Traumatología del Hospital Clínico: pioneros en tratamiento con células madres.
- Categoría: Salud y Belleza.
Las células madres han significado una revolución en materia de medicina
regenerativa, opción que se veía muy lejana y costosa para quienes viven en la
Región de Valparaíso. Sin embargo, ya es una posibilidad real, ya que el
Hospital Clínico Viña del Mar (HCVM) se ha convertido en el primer hospital de
la región en realizar tratamientos con células madres para tratar lesiones
traumáticas.
El objetivo principal de la medicina regenerativa es la curación de
enfermedades a través de la regeneración de tejidos, utilizando células
humanas capaces de auto replicarse y diferenciarse. De ahí la importancia de
las células madres.
Originalmente aisladas de un embrión humano, estas poseen la capacidad de
transformarse en piel, pulmón, corazón, hueso, cartílago, cerebro, etc. Es decir,
pueden dar origen a cualquier tipo de célula del cuerpo humano. “Actualmente,
es posible extraer células madre de la médula ósea, la grasa abdominal, del
cordón umbilical, de un diente, del tejido muscular, un ojo, la piel y de otros
lugares y tejidos corporales del paciente. Luego de ser cultivadas en el
laboratorio, es posible diferenciarlas selectivamente al tipo de célula requerido
y hacerlas aumentar en número, en un proceso conocido como expansión
celular. Este tejido es regresado entonces al paciente, por varios métodos
distintos, de acuerdo al protocolo de tratamiento específico para la enfermedad
en cada caso”, explica el doctor Leopoldo Parada, traumatólogo del HCVM.
Traumatología
Con dicha técnica se puede producir una gran cantidad de células del mismo
paciente. De todas estas posibilidades, en el HCVM, actualmente, ya se están
realizando exitosos tratamientos en el área de traumatología. Se obtienen
células óseas para tratar fracturas o defectos de hueso, cartílago, músculo y
ligamentos para tratamiento de lesiones específicas o artrosis, entre otras
aplicaciones.
El traumatólogo Leopoldo Parada explica que “se trata de un procedimiento
realizado en articulaciones como la rodilla y la cadera, en forma ambulatoria o
intra operatoria y que en algunos casos, se complementa con una fase de
cultivo y expansión en un laboratorio especializado”.
Es decir, algunos pacientes necesitan un solo procedimiento, pero si es
necesario más células o diferenciadas para generar otros tejidos se va a un
proceso de expansión celular que actualmente se realiza en Santiago. Sin
embargo, prontamente, el HCVM pondrá en funcionamiento un laboratorio con
estos fines, lo que generará múltiples beneficios para el paciente, como
acelerar el procedimiento y disminuir costos. Asimismo, a futuro, se proyecta
complementar este servicio con una tercera etapa de desarrollo, que contempla
tomar las células (de piel) procesarlas en el laboratorio, y transformarlas en
células de páncreas, neuronas, o de otro tipo, orientadas exclusivamente a un
órgano, para, por ejemplo, tratamiento de la diabetes o parkinson, entre otras
patologías.
Ondas de choque
A lo anterior, que ya es un gran avance para la medicina local, se agrega una
nueva tecnología de tratamiento de enfermedades habilitada en el HCVM. Se
trata de la aplicación de ondas de choque. Esta tecnología derivó de la
litotripsia, tratamiento para eliminar los cálculos renales y que está presente en
nuestro país desde hace más de 15 años, con creciente uso por médicos de
diversas especialidades. “Son ondas de energía ultrasónica aplicadas
directamente a la zona afectada del paciente, con lo que se obtiene una
respuesta regenerativa de los tejidos, creando nuevos vasos sanguíneos y
promoviendo una auto reparación bastante efectiva. Se ha determinado que en
el mecanismo de acción de esta terapia, está involucrada la activación de
células madre especificas ubicadas en los vasos sanguíneos y en los tejidos
circundantes”, expone el doctor Parada.
De esta forma, ahora es posible tratar en forma muy simple a un gran número
de pacientes que sufren de enfermedades a los tendones de sus hombros
(tendinopatía del manguito rotador), bursitis y tendinopatía en la cadera,
epicondilitis o codo de tenista, tendinopatia en rodilla, fascitis plantar y
enfermedades al Tendón de Aquiles, entre otras. Las ondas de choque también
son utilizadas actualmente en fracturas de huesos que muestran dificultad para
cicatrizar adecuadamente, así como en la curación de heridas crónicas en
piernas.