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24 11 2015drparada

 

Las células madres han significado una revolución en materia de medicina

regenerativa, opción que se veía muy lejana y costosa para quienes viven en la

Región de Valparaíso. Sin embargo, ya es una posibilidad real, ya que el

Hospital Clínico Viña del Mar (HCVM) se ha convertido en el primer hospital de

la región en realizar tratamientos con células madres para tratar lesiones

traumáticas.

El objetivo principal de la medicina regenerativa es la curación de

enfermedades a través de la regeneración de tejidos, utilizando células

humanas capaces de auto replicarse y diferenciarse. De ahí la importancia de

las células madres.

Originalmente aisladas de un embrión humano, estas poseen la capacidad de

transformarse en piel, pulmón, corazón, hueso, cartílago, cerebro, etc. Es decir,

pueden dar origen a cualquier tipo de célula del cuerpo humano. “Actualmente,

es posible extraer células madre de la médula ósea, la grasa abdominal, del

cordón umbilical, de un diente, del tejido muscular, un ojo, la piel y de otros

lugares y tejidos corporales del paciente. Luego de ser cultivadas en el

laboratorio, es posible diferenciarlas selectivamente al tipo de célula requerido

y hacerlas aumentar en número, en un proceso conocido como expansión

celular. Este tejido es regresado entonces al paciente, por varios métodos

distintos, de acuerdo al protocolo de tratamiento específico para la enfermedad

en cada caso”, explica el doctor Leopoldo Parada, traumatólogo del HCVM.

Traumatología

Con dicha técnica se puede producir una gran cantidad de células del mismo

paciente. De todas estas posibilidades, en el HCVM, actualmente, ya se están

realizando exitosos tratamientos en el área de traumatología. Se obtienen

células óseas para tratar fracturas o defectos de hueso, cartílago, músculo y

ligamentos para tratamiento de lesiones específicas o artrosis, entre otras

aplicaciones.

El traumatólogo Leopoldo Parada explica que “se trata de un procedimiento

realizado en articulaciones como la rodilla y la cadera, en forma ambulatoria o

intra operatoria y que en algunos casos, se complementa con una fase de

cultivo y expansión en un laboratorio especializado”.

Es decir, algunos pacientes necesitan un solo procedimiento, pero si es

necesario más células o diferenciadas para generar otros tejidos se va a un

proceso de expansión celular que actualmente se realiza en Santiago. Sin

embargo, prontamente, el HCVM pondrá en funcionamiento un laboratorio con

estos fines, lo que generará múltiples beneficios para el paciente, como

acelerar el procedimiento y disminuir costos. Asimismo, a futuro, se proyecta

complementar este servicio con una tercera etapa de desarrollo, que contempla

tomar las células (de piel) procesarlas en el laboratorio, y transformarlas en

células de páncreas, neuronas, o de otro tipo, orientadas exclusivamente a un

órgano, para, por ejemplo, tratamiento de la diabetes o parkinson, entre otras

patologías.

Ondas de choque

A lo anterior, que ya es un gran avance para la medicina local, se agrega una

nueva tecnología de tratamiento de enfermedades habilitada en el HCVM. Se

trata de la aplicación de ondas de choque. Esta tecnología derivó de la

litotripsia, tratamiento para eliminar los cálculos renales y que está presente en

nuestro país desde hace más de 15 años, con creciente uso por médicos de

diversas especialidades. “Son ondas de energía ultrasónica aplicadas

directamente a la zona afectada del paciente, con lo que se obtiene una

respuesta regenerativa de los tejidos, creando nuevos vasos sanguíneos y

promoviendo una auto reparación bastante efectiva. Se ha determinado que en

el mecanismo de acción de esta terapia, está involucrada la activación de

células madre especificas ubicadas en los vasos sanguíneos y en los tejidos

circundantes”, expone el doctor Parada.

De esta forma, ahora es posible tratar en forma muy simple a un gran número

de pacientes que sufren de enfermedades a los tendones de sus hombros

(tendinopatía del manguito rotador), bursitis y tendinopatía en la cadera,

epicondilitis o codo de tenista, tendinopatia en rodilla, fascitis plantar y

enfermedades al Tendón de Aquiles, entre otras. Las ondas de choque también

son utilizadas actualmente en fracturas de huesos que muestran dificultad para

cicatrizar adecuadamente, así como en la curación de heridas crónicas en

piernas.