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Vómitos, diarrea, fiebre, dolor abdominal y decaimiento son algunos de los síntomas que pueden indicar la presencia de una intoxicación por alimentos y que puede provocar grandes molestias, sobre todo cuando de niños se trata. ¿Qué hacer en estos casos? La Dra. Kathrin Schoen, gastroenteróloga infantil de Clínica Ciudad del Mar, entrega útiles consejos para saber qué hacer en estas circunstancias.

Una intoxicación es la entrada de una sustancia en una cantidad dañina para el cuerpo, en forma accidental o intencional. Esa entrada puede ser por vía oral, inhalatoria, o por el contacto con la piel. Cuando esto afecta a los niños hay que tomar medidas de precaución adicionales, ya que hay posibilidades de mayores riesgos.

“Este mal no es una experiencia agradable y de no ser tratada a tiempo puede causar daños asociados. Si bien para un adulto sano se puede manejar esta situación en casa, sin implicar mayores complicaciones, cuando se trata de niños pequeños hay que tener especial cuidado porque pueden presentar deshidratación y complicaciones”, explica la gastroenteróloga infantil de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Kathrin Schoen.

Por esta razón, la especialista recomienda estar alerta frente a las señales de malestar, especialmente si impiden que el pequeño logre hidratarse por la boca, presenta ausencia de orina o éstas son muy escasas, sangre en las deposiciones, entre otras. En tales casos, se debe solicitar atención médica de urgencia para que la persona sea evaluada.

La variedad y gravedad de los síntomas depende en gran medida de la cantidad ingerida de alimentos contaminados, que suelen presentarse entre dos a seis horas después de la ingesta. Por lo general se manifiesta como un cuadro de gastroenteritis, donde los síntomas más habituales son:

· Náuseas

· Vómitos

· Diarreas

· Dolor abdominal

· Fiebre

· Debilidad generalizada

“Si estos malestares se prolongan en el tiempo, se debe acudir a un centro de salud para que entreguen un diagnóstico certero y el tratamiento adecuado”, indica la Dra. Schoen.

Los alimentos susceptibles de estar contaminados son variados y las bacterias pueden estar presentes en cualquiera de ellos. Por ello es importante estar alerta y no descuidarse nunca. En este sentido, la especialista de Clínica Ciudad del Mar entrega una serie de recomendaciones para tener en cuenta:

· Sospechar de una intoxicación cuando hay antecedentes de una exposición a un tóxico y frente a síntomas como vómitos profusos o diarrea abundante, dificultad para respirar y síntomas neurológicos como somnolencia, convulsiones, mareos, además de dificultad para caminar y hablar, entre otros.

· En caso de seguir en contacto con la sustancia tóxica, ésta debe ser retirada y los sitios expuestos deben ser lavados con abundante agua.

· No inducir al vómito, ni dar líquidos al menor.

· Si cuesta respirar, se debe despejar la vía aérea y administrar respiración boca-boca.

· Guardar los envases con la supuesta sustancia toxica para informar a los médicos qué podría haber ocasionado este mal.

La Dra. Kathrin Schoen manifiesta que es importante acudir al servicio médico más cercano para que un especialista pueda evaluar la dimensión de la intoxicación y así dar solución al malestar del niño.