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La realidad de enfrentar el día a día.

 

En Chile, son cerca de 80 mil las personas que sufren y conviven a diario con la artritis, enfermedad crónica, degenerativa y altamente invalidante, que afecta principalmente las manos y pies, y siendo las mujeres las más propensas a sufrirla. Sin embargo, un diagnóstico a tiempo puede hacer la diferencia. En el mes de la Artritis Reumatoide, la Dra. Lilith Stange, reumatóloga de Clínica Ciudad del Mar, nos invita a conocer más de esta patología en una jornada abierta al público y que busca visibilizar, a través de miradas, relatos y experiencias, la importancia de abordar precozmente las enfermedades autoinmunes.

Durante octubre, Chile y el mundo se unen en torno a la lucha contra la Artritis Reumatoide (AR), campaña que este año lleva por nombre “Muévete a tiempo” y que hace un llamado a la población a ver este mal como una enfermedad que puede presentarse a cualquier edad, ya sea en niños como en adultos, derribando el mito que es una dolencia exclusiva de la vejez.

La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, inflamatoria y sistémica de causa autoinmune, donde nuestro sistema inmune no está trabajando de manera ordenada. De acuerdo a la Dra. Lilith Stange, reumatóloga de Clínica Ciudad del Mar, el sistema inmune que defiende nuestro organismo trabaja desordenadamente y reconoce como si fueran extraños algunos tejidos, provocando auto-anticuerpos que agreden las membranas sinoviales que recubren las articulaciones. “Esto es lo que ocasiona los síntomas de la enfermedad: dolor, inflamación y rigidez articular, además de fatiga, decaimiento, baja de peso y/o sequedad ocular”, explica la especialista.

Durante mucho tiempo esta patología se asoció al envejecimiento, pero con el tiempo y el avance de la ciencia médica se ha ido demostrando que la artritis se puede presentar a cualquier edad. “No siempre son los mayores quienes padecen de esta enfermedad, al contrario, puede presentarse a cualquier edad, incluso en niños ―artritis idiopática juvenil―. En el caso de los adultos, la edad de mayor prevalencia es entre los 20 y 45 años, siendo las mujeres las más propensas a desarrollarla”, puntualiza la reumatóloga de Clínica Ciudad del Mar.

Señales de alerta

La presencia conjunta de dolor articular, rigidez articular prolongada y fatigabilidad, son sin duda señales de alerta que debemos tener muy presentes, pues son síntomas que se instalan progresivamente, por varias semanas, y que van aumentando en intensidad. “Si es que alguna persona comienza a sentir alguno de estos síntomas, es esencial que acuda a un especialista”, señala la Dra. Lilith Stange.

Además, los pacientes que presentan dolor articular ―en zonas características como manos y pies― y bilateral, presentando rigidez o entumecimiento de sus articulaciones durante largos periodos (sobre todo en las mañanas) y que demora largo rato en desaparecer, son claros indicios de esta enfermedad y que requieren ser atendidos lo antes posible, de modo que se pueda retrasar el avance de este mal.

En cuanto a su diagnóstico, agrega la reumatóloga de Clínica Ciudad del Mar, siempre es a través de una evaluación clínica. Cada especialista reúne los datos del historial clínico del paciente y solicita un examen físico exhaustivo que viene a reforzar la sospecha de inflamación evidente de varios grupos articulares u otros signos físicos que orienten a otras enfermedades.

También se requieren algunos exámenes de laboratorio complementarios, que ayudarán a confirmar la hipótesis diagnosticada. En casos especiales, es necesario el uso de imágenes ―como ecografías― para confirmar la inflamación articular y de esa manera tener un panorama más claro.

GES

Desde el año 2007, la Artritis Reumatoide es una patología GES, por lo que garantiza el acceso a control y tratamientos tanto en la salud pública como privada. Estas garantías cubren consultas médicas, kinesiológicas, terapia ocupacional y fármacos sintéticos, entre otros.

“El tratamiento multidisciplinario es vital y hace la diferencia. Hablamos de una ventana de oportunidad para poder frenar el avance de la patología a los pocos meses de partir con terapia, con una estrategia dirigida a objetivos cuyo fin es mejorar pronóstico en su calidad de vida a largo plazo” indica la Dra. Lilith Stange.

Hablemos de Artritis Reumatoide

En el marco del cierre del Mes de la Artritis Reumatoide, Clínica Ciudad del Mar y Fundación Me Muevo realizarán la jornada “Hablemos de Artritis Reumatoide”, para abordar temáticas en torno a esta enfermedad.

El encuentro ―de carácter gratuito y abierto a la comunidad― se realizará el viernes 30 de octubre, de 16:00 a 18:00 horas, en el Auditorio del Centro de Extensión de Clínica Ciudad del Mar, ubicado en 14 norte 624, Viña del Mar, y estará dirigido a pacientes, familiares, especialistas y a todas aquellas personas interesadas en esta patología.

A través de esta instancia de conversación, mediante un debate serio y sincero en torno a la artritis, se dará cuenta de cómo es la vida de quienes padecen esta enfermedad y de qué forma es posible lograr su bienestar. Durante la jornada de sensibilización se exhibirá la película “Cake”, film que narra los efectos devastadores del dolor crónico luego de un accidente automovilístico, enviando un mensaje esperanzador a todos los pacientes que padecen de este mal.

Cuando el ruido ataca a nuestro organismo.

 

El movimiento diario, el transporte público, automóviles, fábricas, estaciones de servicios, entre otros, son algunas de las fuentes de ruido que provocan contaminación acústica en el ambiente y que dañan nuestro organismo, desde la audición hasta problemas al corazón, pasando por el estrés y el aprendizaje. Según el Dr. Cristián Bachelet, otorrinolaringólogo de Clínica Ciudad del Mar, lo importante es tomar conciencia respecto a este mal y preocuparnos desde ya de la salud de nuestro organismo.

La contaminación acústica es la presencia de ruidos y vibraciones en el ambiente que implican molestias, riesgos o daños a las personas y el entorno en el que están. Afectan a la población tanto en la salud, como en las relaciones laborales, de ocio y descanso.

El Dr. Cristián Bachelet, otorrinolaringólogo de Clínica Ciudad del Mar, explica que si bien la contaminación acústica, en casos de alcanzar dosis de ruido muy altas, puede llegar a generar daño acústico agudo ―que puede ser reversible―, lejos lo más frecuente es que la exposición mantenida por años genere un trauma acústico crónico, comportándose como una pérdida de audición progresiva bilateral similar a la pérdida de la audición por la edad (presbiacusia), pero más precoz en su etapa de presentación.

La intensidad del ruido se mide en decibeles (dB), unidad de medida de la presión sonora. El umbral de audición es de 0 dB (mínima intensidad del estímulo), mientras que el umbral del dolor está en 120 dB. El oído humano tiene capacidad para aguantar cierta intensidad de ruidos. Si estos superan los niveles aceptables pueden llegar a provocar daños al órgano auditivo.

Por lo anterior es que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una intensidad no mayor a 50 dB en las viviendas y 70 dB en las calles, tomando en cuenta el tráfico y el comercio. Sin embargo, esto suele ser superado por las zonas de alta congestión y por el fuerte volumen de la música o TV a la que estamos acostumbrados. Además, está presente la exposición a otros factores, como las discotecas o conciertos, donde el volumen ronda los 90 – 100 decibeles.

En esta misma línea, la OMS ha señalado que no es aconsejable exponerse mucho tiempo a fuentes de ruido muy altos, pues se pueden desarrollar alteraciones en el bienestar personal, tanto físico como psicológico. “La dosis diaria recomendada siempre va a depender de la intensidad y el tiempo de exposición. A mayor intensidad, es menor el tiempo necesario para generar un daño”, agrega el especialista de Clínica Ciudad del Mar.

Cómo el ruido afecta nuestra salud

En el corto y mediano plazo, los efectos que puede provocar una exposición prolongada a grandes ruidos son psicológicos y físicos, donde destacan el estrés, fatiga, depresión y ansiedad. Además, se desarrollan trastornos de sueño, cefaleas, irritabilidad, dificultad de aprendizaje, alteración de la concentración y atención. Con el tiempo y si es que no se toman medidas pertinentes, se puede perder la capacidad auditiva ―principal y más reconocido síntoma―, pero también puede haber efectos cardiovasculares, gastrointestinales, predisposición a la violencia y disfunción sexual.

Otro efecto que provoca la exposición al ruido ambiental es la elevación del umbral auditivo, que implica que para poder escuchar los sonidos es necesario que estos sean más intensos que el promedio habitual. Ante este panorama, se recomienda utilizar audífonos, pues los pacientes comienzan a tener problemas de comunicación debido a la pérdida de audición.

El Dr. Bachelet sostiene que se debe acudir a un especialista cuando hay sospecha de pérdida de audición, ya sea brusca o progresiva, ante la aparición de ruidos en el oído (tinnitus) y/o cuando está el antecedente de exposición a ruido ambiental importante. “Las pérdidas de audición por exposición prolongada a ruido suelen ser irreversibles, por ello es que mientras antes se tomen medidas para controlar este mal, mejor será para nuestra salud”, enfatiza el otorrinolaringólogo.

Consejos para mejorar la salud auditiva

El especialista de Clínica Ciudad del Mar manifiesta que lo más importante es evitar lo más posible la fuente emisora de ruido. “Esto puede ser difícil en calles de grandes urbes, pues son zonas de alto tráfico, lo que explica el 80% de la contaminación acústica de las ciudades. Pero si se ponen los esfuerzos necesarios, se pueden evitar daños mayores a largo plazo”, declara el Dr. Cristián Bachelet.

· Considerar la emisión de música o TV a volumen moderado

· Evitar actividades ruidosas en horarios de sueño o descanso

· Usar tapones

· Considerar medidas de aislamiento acústico en el hogar, con materiales especiales para paredes y ventanas

· Evitar la exposición innecesaria a fuente de ruidos fuertes

· Al escuchar música en reproductores personales, preferir los audífonos over-ear o supra-auriculares (tipo fonos)

· Evitar los gritos y bocinazos

· Considerar medidas de protección auditiva para los trabajadores de industrias con fonos y tapones.

Además de las medidas mencionadas, lo importante es generar conciencia, sobre todo en los niños y adolescentes, de modo de ir gestando un cambio de hábito en ellos. Por otro lado, intentar colaborar en la reducción de ruido ambiental en las calles, al transitar, ya sea como peatón o como conductor.

Alergias estacionales: ¿Cómo diferenciar la rinitis alérgica de un resfrío común?.

 

Durante el cambio estacional es muy común confundir los síntomas de un simple resfrío con los de un cuadro de rinitis alérgica. Conocer las diferencias entre ambas afecciones respiratorias es crucial para iniciar un adecuado tratamiento y así evitar la aparición de futuras complicaciones. Por ello es que la Dra. Jimena Cevo, otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica en qué consiste cada una, cómo diferenciarlas y qué tratamientos seguir.

Congestión nasal, estornudos, ardor en ojos y de garganta son algunos de los síntomas que más se repiten por estas fechas y que nos hacen dudar de lo que realmente nos pasa. “¿Estaré enfermo o será sólo una reacción alérgica?”, nos preguntamos esperando una respuesta rápida. Y es que estas molestias que catalogamos de inofensivas y pasajeras pueden tornarse más complejas, generando reacciones que afectan a la calidad de vida si es que nos las tratamos a tiempo.

La Dr. Jimena Cevo, otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar, explica que la rinitis alérgica tiene su origen en el sistema inmunológico del organismo, que al verse expuesto a ciertos aeroalérgenos ―sustancias o factores medioambientales como ácaros del polvo, polen y especies arbóreas―, comienzan a inflamar la capa interna de la nariz (mucosa nasal), provocando secreción, estornudos, picazón y obstrucción que dificulta el descanso nocturno, entre otras.

“En el paciente con rinitis alérgica, este conjunto de síntomas aparece de manera intermitente o persistente en distintas épocas del año, con complicaciones como los trastornos en la respiración bucal, conjuntivitis alérgica y sinusitis aguda o crónica”, señala la especialista del centro médico viñamarino.

En el caso del resfriado común, la infección se transmite por el contacto directo de gérmenes y tiene una duración aproximada de 15 días, desde que se incuba hasta que se manifiesta el resfriado. Además, este se asocia a un malestar corporal que viene acompañado de tos, congestión nasal y, en algunos casos, cuadros febriles.

“Un proceso infeccioso de la mucosa nasal y de la faringe se transmite fácilmente de una persona a otra a través de las gotas que son expulsadas en la tos o los estornudos. En el caso de la rinitis, hay una falla en el sistema inmunológico que requiere de un tratamiento a largo plazo”, comenta la Dra. Jimena Cevo.

Para sanar de un resfrío es recomendable el reposo, la ingesta de abundante líquido y el uso de analgésicos. Esto acompañado de un adecuado lavado de manos, pues estas son un importante vehículo de transmisión de la infección en superficies.

¿Qué hacer para tratar las alergias?

La manifestación de rinitis alérgica no está determinada por factores hereditarios, a pesar de que si existe una predisposición hacia ella. Por lo anterior es que hay que estar atentos ante los síntomas, pues se puede declarar a cualquier edad y momento de la vida de las personas.

Para dar un diagnóstico certero, explica la otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar, el paciente requiere exámenes clínicos ―tanto físicos como de laboratorio― con el fin de detectar la naturaleza de los síntomas e iniciar un tratamiento que controle la inflamación y modere su aparición. Esto porque la rinitis alérgica no es una afección con una cura definitiva.

Algunas de las alternativas de tratamiento farmacológico para evitar el “ataque” de los alérgenos son los antihistamínicos por vía oral, los descongestionantes e inhaladores nasales que bloquean la histamina, reducen la secreción, mejoran la obstrucción y alivian la picazón. Asimismo, la inmunoterapia es otra opción que busca disminuir la sensibilidad de un alérgeno específico a través de una serie vacunas aplicadas bajo un tiempo determinado.

Paralelamente al tratamiento mencionado, se aconseja una limpieza frecuente y una buena ventilación de los espacios en común del hogar, evitando en las habitaciones la acumulación de libros, alfombras y muñecos de peluche.

“Si se toman las medidas pertinentes, la época donde aumenta la polinización no debiera afectar mayormente a las personas propensas a sufrir alergias. Lo importante es que haya un tratamiento adecuado y constante a lo largo del año para evitar grandes molestias”, puntualiza la Dra. Jimena Cevo, otorrinolaringóloga de Clínica Ciudad del Mar.

Consejos para aliviar los malestares

· Mantener las ventanas cerradas en las horas de máxima polinización

· Evitar la exposición al polen, polvo o ambientes cerrados con presencia de animales.

· Disminuir las actividades físicas al aire libre en época de polinización

· En lo posible, utilizar aire acondicionado con filtros

· Asear con frecuencia todas las habitaciones de la casa, poniendo énfasis en los lugares donde pueda acumularse polvo.

· Sacudir la ropa antes de usarla

· Evitar cortar el pasto o acostarse sobre él si es que se es alérgico

· Usar anteojos para la conjuntivitis

Cirugía de amígdalas y adenoides: Una alternativa eficaz y definitiva.

13 10 2015Dr.RicardoAburtoCCdM

 

Uno de los problemas frecuentes que presentan los niños pequeños en etapa escolar son los de tipo respiratorio. Por ello es importante que los padres observen sus conductas en esta materia, sobre todo cuando sus hijos están durmiendo. Es decir, que se preocupen de ver cómo respiran cuando duermen, si roncan o no, si tienen pánicos nocturnos, si se despiertan muchas veces, etc. Esto debido a que se puede ver comprometida la calidad del sueño, ya que se ha comprobado que el promedio de rendimiento escolar en los niños roncadores es más bajo en comparación a los niños que no lo hacen, lo que confirma cómo afecta esto en la actividad en el día a día.

Acomodadas al fondo y arriba de nuestro paladar, las amígdalas y adenoides forman parte de los tejidos linfáticos que se encuentran en la zona de la faringe y que constituyen lo que conocemos como el anillo linfático de Waldayer. Su función es detectar los diferentes microorganismos que se contactan con la vía aérea ―virus y bacterias―, enviando esa información al sistema inmunológico, para generar anticuerpos que en el futuro puedan defender a nuestro organismo de esos ataques.

Algunas veces estos tejidos aumentan su tamaño considerablemente, por lo que comienzan a obstruir la vía aérea, generando problemas respiratorios que se presentan principalmente cuando el niño duerme y se manifiestan a través del ronquido. Cuando el colapso de la vía aérea es aún mayor, pueden llegar a producirse pausas en la respiración durante la noche llamadas apneas, que en niños podrían durar entre dos a tres segundos.

Estos esfuerzos al respirar, alteran la arquitectura del sueño, impidiendo que el descanso sea eficiente y reparador. Se producen múltiples micro-despertares, por lo que durante el día su capacidad de concentración y rendimiento se verán completamente disminuidos.

Lo anterior resulta muy perjudicial para el desarrollo intelectual y cognitivo del menor, ya que el crecimiento de las neuronas cerebrales se produce hasta los 6 o 7 años de edad, de modo que es de vital importancia que en estos primeros años el niño esté en las mejores condiciones, para que así pueda alcanzar el máximo de su potencialidad.

Pero además de los problemas obstructivos que puedan llegar a generar las amígdalas y adenoides, donde la intervención quirúrgica es la única alternativa, existen otras causas relativas para pensar en una cirugía, como son las infecciones recurrentes. Esto quiere decir, cuando el menor ha presentado más de seis o siete episodios de adenoiditis o amigdalitis al año. En el resto de los casos, esta afección se puede tratar con medicamentos inmunoestimulantes o antibióticos.

Y aunque muchos padres pudieran sentirse temerosos al saber que la solución es la intervención quirúrgica, el beneficio versus el riesgo no resiste ninguna discusión. El avance de la tecnología, la variedad de técnicas y la decisión de optar por un buen centro de salud son cruciales en todo el proceso, es decir, desde el diagnóstico a la intervención propiamente tal.

En Clínica Ciudad del Mar contamos con todas las tecnologías para efectuar este tipo de cirugías, además de un excelente equipo de profesionales. La técnica más innovadora es la radio frecuencia llamada “Coblation”, que permite realizar la extirpación de las amígdalas y adenoides en base a una punta especial que genera muy poco calor. A diferencia de las técnicas tradicionales, produce escaso sangramiento intra operatorio y la recuperación a una vida normal es más rápida y con mucho menos dolor.

Cuidados y consejos para llevar una vejez saludable.

 

En Chile, la población está envejeciendo rápidamente y es tarea de todos tomar medidas que ayuden a potenciar una vejez positiva, activa y saludable, donde los adultos mayores sean capaces de integrarse a la comunidad y ser autovalentes. Tradicionalmente y por creencia popular, agosto es el mes dedicado y celebrado por los adultos mayores chilenos. No obstante, es octubre el mes de la tercera edad ―siendo el 1 de octubre su día internacional, decretado por la Organización de Naciones Unidas en el año 1990―, donde se nos recuerda los cuidados integrales, físicos y emocionales, además de la relación que se tiene con el entorno.

Cuando hablamos de adultos mayores, inevitablemente pensamos en un estereotipo: personas con diferentes enfermedades y problemas para enfrentarse solos al entorno que los rodea. Si bien llegar a la tercera edad tiene las dificultades propias del paso del tiempo, eso no quiere decir que su envejecimiento no sea saludable. “La vejez no tiene que ver con la presencia de enfermedades, un adulto mayor puede tener un envejecimiento exitoso con enfermedades crónicas compensadas y cumpliendo diversas condiciones”, señala la geriatra de Clínica Ciudad del Mar, Dra. Paola Fuentes.

Los adultos mayores son un grupo heterogéneo y por lo mismo es que deben tener un tratamiento individualizado y centrado de manera íntegra en la persona. Algunos de ellos pueden ser más activos que otros, por lo que cada uno debe tener un tratamiento acorde con sus características únicas. De ese modo, potenciando sus habilidades y tratando de manera efectiva sus males es que se puede ayudar a que ellos tengan una mejor vejez.

La Dra. Paola Fuentes, quien también es miembro del directorio de la Sociedad Chilena de Geriatría y Gerontología, explica que si bien existen “síndromes geriátricos”, como caídas, incontinencia urinaria, demencia, entre otros, en general los adultos mayores suelen padecer enfermedades crónicas no trasmisibles, por lo que es fundamental que se mantenga un control regular sobre ellas para evitar descompensaciones y pérdidas de autonomía. En esto último es esencial el apoyo de la familia y entorno más cercano, pues si notan algún cambio en la conducta o hábitos del adulto mayor, se debe dar aviso rápidamente al médico tratante.

En este sentido y para mantener un adecuado control respecto al estado de salud de los mayores es que se deben tener en cuenta una serie de exámenes preventivos tales como hemograma, función renal, pruebas tiroideas ―que de estar alteradas, pueden influir en las fallas de la memoria―, glicemia, perfil lipídico y electrocardiograma.

En el caso de las mujeres, se recomienda realizar una mamografía anual o cada dos años hasta los 79 años y el papanicolau (PAP) hasta los 65 años si es que los últimos tres fueron normales. Esto de acuerdo a lo planteado por la US Task Force.

“En términos generales, las recomendaciones apuntan a tener un estado de salud óptimo. De todas maneras, hay que evaluar cada caso, ya que todos los pacientes son diferentes y a cada uno hay que tratarlo según sea el caso”, sostiene la geriatra.

Los años dorados

El ejercicio diario es muy importante en esta época de la vida, ya que ayuda al ánimo a través de liberación de endorfinas, siendo beneficioso para la parte cognitiva de los adultos mayores. “La actividad física es fundamental, pues ayuda tanto en lo físico como en lo psicológico, siendo, en ocasiones, mejor que cualquier medicamento”, afirma la Dra. Paola Fuentes. Además, la especialista sostiene que es esencial determinar qué actividad se acomoda de mejor manera para cada persona.

En la tercera edad la actividad física se relaciona a mejorar el equilibrio, marcha y flexibilidad, dando mayor coordinación y estabilidad.

Respecto a la alimentación, es frecuente que los adultos mayores vayan perdiendo un poco el apetito con el paso de la edad, así como también una menor sensación del olfato y del gusto, lo que se explica en parte por los cambios hormonales. No obstante, si existe una disminución importante de peso, hay que consultar con algún especialista.

La desnutrición y las enfermedades relacionadas con el sobrepeso ―como la diabetes e hipertensión, por ejemplo― pueden y deben ser evitadas con una alimentación equilibrada y una rutina de ejercicios físicos.

Recomendaciones

La Dra. Paola Fuentes comenta que es importante que los adultos mayores puedan pasarlo bien durante esta etapa de su vida, disfrutando al máximo cada momento, ya que esto también le sirve para poder relacionarse de mejor manera con quienes los rodean. De esta manera es que entrega una serie de consejos útiles que pueden servirles a los más grandes de la casa:

· Mantener un control médico regular

Tener las vacunas al día
Fomentar una vida socialmente activa
Tener una alimentación saludable
No fumar
Beber alcohol con moderación
Respetar las horas de sueño
Evitar la automedicación