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En una muestra que incluye tanto a países desarrollados de Europa y Asia, revela que el consumo de leche por año en Chile es de 130 litros, cifra bajo de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala debe ser de 160 litros persona.

En la adolescencia la absorción neta de calcio aumenta al 30%, sin embargo, si reciben ingestas muy bajas de calcio (< de 500 mg/día) logran un balance menos positivo que los niños menores. Una baja ingesta de calcio lleva a una menor mineralización ósea (MO) y densidad mineral ósea (DMO), que favorece una osteoporosis a edades más tempranas según informa la Federación Panamericana de Leche (FEPALE)

La mineralización ósea se produce debido a un proceso continuo de formación y resorción ósea, necesario para mantener una adecuada homeostasis de calcio y de fósforo. La acreción de calcio al hueso va cambiando a lo largo de la vida, así, durante la etapa de crecimiento es muy intensa especialmente en el último trimestre del embarazo, los primeros 2 años de vida postnatal y la pubertad.

En la concepción queda determinada en los genes la masa ósea máxima que tendrá una persona, la que puede variar de acuerdo a la influencia de factores ambientales. La masa ósea máxima (MOM) se adquiere habitualmente entre los 25 y 30 años de edad, para iniciar desde la cuarta década una disminución paulatina e irreversible, propia del envejecimiento.

El calcio y el fósforo son fundamentales para la mineralización de los huesos. El calcio además participa en reacciones enzimáticas, secreciones hormonales, neurotransmisores, contractibilidad muscular, coagulación sanguínea y es el principal catión de la estructura cristalina del hueso.

El niño y el adolescente tienen un balance de calcio positivo, debido a que la formación supera a la resorción, mientras que el adulto joven presenta un balance de calcio cero, para después de la cuarta década de la vida hacerse negativo debido a una mayor resorción ósea.

Se ha demostrado la gran acreción de calcio al hueso que se produce durante la vida del ser humano, constituyendo los períodos de rápida acreción de calcio al hueso etapas muy susceptibles de sufrir una alteración ante una noxa y dejar secuelas para la vida futura.

Un adecuado peso de nacimiento, una nutrición adecuada de proteínas, calorías y de calcio, una actividad física suficiente, junto a un buen estado de salud, constituyen las condiciones ideales para expresar al máximo el potencial de mineralización ósea, obtener una masa ósea máxima lo más alta posible a la edad de adulto joven y así retrasar la edad de aparición de la osteoporosis, disminuyendo la morbimortalidad por fracturas del adulto mayor

La leche además de ser una fuente importante de calcio para el ser humano lo es también de nutrientes como vitaminas, proteínas y minerales entre otros.

Origen de la información:

Santiago Muzzo Benavides

Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Chile, Santiago, Chile.

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