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Nutricionista de la Universidad de Playa Ancha entrega recomendaciones
clave para asegurar que estos productos están en buenas condiciones para su
consumo.

Durante estos días, la mayoría de las personas deja de consumir todo tipo de
carnes, y muchos, además de platos en base a verduras y legumbres, optan por
consumir pescados o mariscos. Si usted está en este segudo grupo, ponga
atención a las recomendaciones que entrega la nutricionista Doris Álvarez Silva,
académica del Departamento Salud, Comunidad y Gestión de la Facultad de
Ciencias de la Salud de la Universidad de Playa Ancha (UPLA) quien, a través
de algunos aspectos prácticos, le permitirá asegurarse de que los productos que
va a adquirir estén frescos.

-Comprar en lugares habilitados, pues cuentan con permisos de salubridad
correspondientes, lo que garantiza que entidades como Sernapesca pueda
conocer el origen de los productos.

-Respetar la cadena de frío. Esto significa que, este tipo de productos deben ser
los últimos en adquirir (en el circuito de compra). Además, deben ser
transportados en bolsas térmicas, y mantenerlos dentro de la temperatura de
seguridad, que es menor a 5°C. Una vez que estos lleguen al hogar, se deben
depositar en el refrigerador o congelador, dependiendo si se va a preparar de
manera inmediata o se va a reservar durante un tiempo; el almacenamiento
debe ser en envases limpios, herméticos y con tapa.

Respecto a la preparación y cocción de pescados y mariscos:

-La preparación de los alimentos se debe realizar en superficies y con utensilios
que estén limpios y secos.

-Los pescados y mariscos deben ser sometidos a un proceso de cocción, se
deben hervir como mínimo durante cinco minutos.

 

-Recordar que el limón no reemplaza al proceso de cocción, esto significa que
los elementos patógenos como bacterias seguirán presente en el producto y
pueden generar enfermedades.

 

-Una vez que los alimentos estén cocidos deben ser consumidos a la brevedad
y, si quedan productos preparados, deben ser refrigerados en envases limpios,
secos y tapados.

Si va a comprar pescados y mariscos ¿Sabe en qué debe fijarse para
asegurarse de que los productos estén frescos?

-Buen aspecto general, color bien definido, poca mucosidad en la piel, la cual
debe ser transparente/ incolora o bien ligeramente pigmentada.

-Olor fresco (propio del producto).

-La musculatura no se debe hundir al presionar con el dedo. O si lo hace,
retorna a su condición normal al instante.

-Ojos hacia afuera y que llenen la cavidad ocular, además de córnea
transparente e iris pigmentado.

-Branquias (agallas) con laminillas separadas.
-

Cavidad abdominal: los pescados de talla grande se deben encontrar sin
vísceras y la cavidad debe estar brillante.

-Escamas adheridas y brillantes.

-En el caso de los mariscos, además del buen aspecto general y el olor propio,
deben estar vivos. Esto se puede comprobar si frente a estimulación física los
bivalvos (almejas, choritos.) cierran las valvas y los gasterópodos ( lapas.) se
retraen dentro o bajo el caparazón y en el caso de los erizos, sus púas deben
estar móviles y rectas.

“En general, los pescados y mariscos congelados o enlatados son una
opción válida y segura, si se cumple con las condiciones de compra,
almacenamiento y preparación adecuadas. Para respetar la tradición

religiosa no es necesario incluir preparaciones que se alejen del
presupuesto familiar. Es importante considerar opciones a base de
legumbres y verduras, ya que el no consumir productos cárneos por un
período tan corto no va a significar de manera alguna un deterioro en la
salud de la población”, concluye la nutricionista de la Universidad de Playa
Ancha.
Ahora bien, para quienes prefiren optar por los vegetales o legumbres, la
especialista menciona los guisos de legumbres (lentejas, porotos con riendas) y
el charquicán, plato que podemos preparar con proteína de soya o agregar un
huevo para aportar proteína. Otra opción es la tortilla de verduras, guisos o
budines de verduras, entre otros platos. Según la especialista, con estas
preparaciones lograremos mantener una nutrición equilibrada y reducir los
costos en alimentación.