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Diversos estudios apuntan a que la falta de presencialidad ha afectado directamente el desarrollo formativo de los más pequeños. Experta USS analiza las tareas que padres, apoderados y establecimientos educacionales deben poner en marcha para apoyar a los escolares.

“Los retrasos en términos de lenguaje afectan el desarrollo de los niños y niñas, ya que se trata de una habilidad transversal que se trabaja desde el nivel preescolar. Por tanto, podrían impactar -por ejemplo-en el ingreso a primero básico”. Las palabras de Mariana Oyarzún, directora de Escuela de Educación Inicial de la Universidad San Sebastián, dan cuenta del impacto provocado por la crisis sanitaria en la óptimo desarrollo formativo de los más pequeños de la casa.

A nivel mundial, el tema ha sido abordado por diversos estudios, que apuntan a que el lenguaje y la sociabilización son algunas de las áreas más afectadas por los confinamientos entre los menores de 7 años. Según la Education Endowment Foundation (EEF), encargada de la investigación escolar en Inglaterra, 25% de los niños de 4 y 5 años que ingresaron a la escuela este año, requirieron más ayuda con las habilidades lingüísticas en comparación con los que ingresaron en años anteriores.

En Chile, el Monitoreo Intermedio del Diagnóstico Integral de Aprendizajes (DIA) reveló que el 75% de los estudiantes que participaron de él (entre Cuarto Básico y Cuarto Medio) se sienten más motivados por aprender cuando están en el colegio. Sobre el 80% de los estudiantes declararon “aprender más fácilmente cuando estoy con mi profesor o profesora en la sala de clases”

¿Qué hacer con los más pequeños?

Mariana Oyarzún recalca que los retardos formativos provocados por la pandemia deben afrontarse desde todos los puntos, partiendo por el hogar. “Si no se trabaja el desarrollo del vocabulario en los niños pequeños, puede existir un impacto negativo en la incorporación de nuevas habilidades en el futuro. Poder comunicarse con palabras es una habilidad fundamental y transversal para adquirir nuevos conocimientos”, advierte, siendo relevante la motivación entregada por los padres.

“En la medida en que se retome 100% la presencialidad y que los niños puedan ingresar a los jardines infantiles, habrá que poner hincapié en fortalecimiento de la expresión verbal”. Y en este punto, el fomento de la lectura también es esencial.

“El solo hecho de que el niño tenga contacto con un libro, aunque no sepa leer, le permite emitir opiniones y creencias respecto de lo que ve. Esto permite que vaya enriqueciendo su vocabulario y lo acercará a desarrollar finalmente la lectoescritura”, agrega.

Tarea para los más grandes

De acuerdo con la académica USS, los padres pueden hacer mucho por potenciar el lenguaje en sus hijos:

- Otorgar espacios para hablar.

- Posibilitar que se expresen.

- Estimular que emitan opiniones.

- Contribuir al desarrollo de vocabulario.

- No asistir de inmediato cuando piden algo indicando, invitar a que lo soliciten con palabras.

¿Qué pasa con computadores y teléfonos? “El exceso de uso de pantallas durante el confinamiento, en desmedro de realizar otras actividades, puede haber influido en la brecha que se observa. No obstante, hay ciertos contenidos de las pantallas que pueden contribuir a mejorar el lenguaje, a incrementar el vocabulario”, precisa. Por ello “es importante discriminar lo que los niños y niñas ven, no todo es malo”.

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