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5 de mayo
El asma bronquial es una patología crónica que se genera por la inflamación de los
bronquios, los que se estrechan y dificultan el paso de aire a los pulmones. El
doctor Gino Fuentes, coordinador broncopulmonar de Clínica Bupa Santiago, nos
entrega recomendaciones para que los pacientes puedan llevar una mejor calidad
de vida, previniendo las crisis.

Dificultad para respirar, ahogo, tos seca persistente, silbidos
y sensación de pecho apretado, son algunos de los principales síntomas del asma,
enfermedad respiratoria crónica que hoy, 5 de mayo, se conmemora a nivel mundial.
“Se trata de una patología que se produce por la inflamación de los bronquios, los cuales
por diferentes factores se estrechan e impiden el normal paso de aire hacia los pulmones.
Estas señales se pueden dar al hacer esfuerzo físico, en la noche o en medio de un
resfrío, pero lo importante es saber que no son episodios aislados, si no repetidos, por lo
que hay que tratarlo”, explicó el doctor Gino Fuentes, coordinador broncopulmonar de
Clínica Bupa Santiago.
El asma es una enfermedad mucho más frecuente de lo que pensamos. Es la patología
crónica más común en la infancia, y en los últimos años ha ido en notable aumento. “En
Chile, la prevalencia en niños es de cerca de 15%, y de 10% en adolescentes. Por eso, en
este Día Mundial del Asma es importante destacar la importancia de tratar esta
enfermedad, ya que no tiene cura. Con medicamentos adecuados y evitando exponerse a
factores gatillantes, los pacientes pueden controlar los síntomas y prevenir las crisis”,
aseguró el doctor Felipe Erpel, broncopulmonar de Clínica Bupa Santiago.
Además de factores genéticos –relacionados principalmente a madres fumadoras durante
el embarazo o hereditarios–, los principales desencadenantes del asma tienen relación
con infecciones virales y alergias, como por ejemplo a los ácaros de polvo, pólenes, pelo
de animales y hongos. También inciden los contaminantes del aire y exposición al humo
del tabaco, leña, aerosoles o químicos de pinturas.
“Para el diagnóstico de esta enfermedad, es muy importante escuchar la historia del
paciente. Sin embargo, no todos los asma son iguales ni responden idéntico al mismo

tratamiento. De este modo, es relevante tener exámenes como Espirometría, FENO, IgE
Total, recuento de eosinófilos en el hemograma, entre otros, para una adecuada
caracterización”, explicó Erpel.
De acuerdo a lo que mencionó el doctor Fuentes, para el manejo a largo plazo de esta
enfermedad respiratoria, generalmente se indican corticoides inhalados, los que ayudan a
controlar la inflamación de los bronquios. “Se deben usar de manera permanente, aunque
no hayan síntomas, así como tampoco suspenderlos sin la supervisión del médico
tratante”, dice el doctor Fuentes.
Respecto a esto, los especialistas también agregaron que es relevante el correcto uso de
la aerocámara.

Claves para prevenir las crisis asmáticas
 Mantener el tratamiento de manera permanente.
 Usar los inhaladores de manera correcta.
 Identificar y evitar los factores gatillantes de las crisis.
 Realizar control médico periódico, de acuerdo a cada paciente.

Preguntas y respuestas cortas:

1. ¿Qué es el asma?

Una enfermedad respiratoria crónica que se produce por la inflamación de los
bronquios, los que por diferentes factores se estrechan e impiden el normal paso
de aire hacia los pulmones.

2. ¿Cuáles son los síntomas del asma?

Dificultad para respirar, ahogo, tos seca persistente, silbidos y sensación de pecho
apretado son algunos de los principales síntomas de esta enfermedad que hoy, 5
de mayo, se conmemora a nivel mundial.

3. ¿Cómo se trata?

Es una patología que no tiene cura, pero que sí se puede controlar a largo plazo
manteniendo un tratamiento médico y evitando factores gatillantes de las crisis.

4. ¿Qué factores gatillan las crisis?

Depende del paciente, pero en general tienen relación con infecciones virales y
alergias, como por ejemplo a los ácaros de polvo, pólenes, pelo de animales y
hongos.

5. ¿Cuáles son los principales medicamentos usados en el tratamiento?

Los corticoides inhalados, los que se deben usar de manera permanente, aunque
no hayan síntomas, así como tampoco suspenderlos sin la supervisión del médico
tratante.

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