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Chile ya suma cientos de personas contagiadas por Covid-19 y por lo mismo, las autoridades decretaron el inicio de la fase 4 del virus. Con ello ya se tomaron medidas como la suspensión de clases, el fomento del teletrabajo y la solicitud de los ciudadanos de salir de casa solo cuando es estrictamente necesario. Pero, ¿qué impacto podría tener esta situación, desde el punto psicológico de las personas?

Camila Figueroa, psicóloga del Centro Médico y Dental RedSalud Alameda afirma que esta nueva situación genera algún grado de ansiedad, sobre todo porque con las medidas preventivas se genera un cambio en las rutinas de las personas e incluso en el movimiento que hay en las ciudades. “Las suspensiones de clases, la recomendación de trabajar desde la casa u otras, ya son un hecho. Esto nos obliga a adaptarnos a una nueva realidad, y ese nuevo escenario puede desencadenar consecuencias a nivel emocional”, indica.

Otro elemento que puede tener un impacto son los datos que van apareciendo en torno al virus. “Con la cantidad de información que hay al respecto, las personas pueden sentir mayor ansiedad o estrés y dado que no todos somos expertos en salud, filtrar qué es cierto o falso puede resultar más difícil, por ello es importante consultar fuentes oficiales y no dejarse llevar por la información que aparece en redes sociales”, sostiene.

En ese sentido, en especial en aquellas familias que tienen niños, lo importante es que los padres o un adulto puedan transmitir tranquilidad a los más pequeños, evitando caer en una situación de alarma cuando llegan noticias con un tono más pesimista.

De hecho la profesional también explica que, de forma colateral, la excesiva preocupación a causa del Covid-19 podría tener consecuencias, tales como dificultades para conciliar el sueño, generar problemas de concentración e incluso, alterar el apetito.

“Las preocupaciones nos podrían llevar, por ejemplo, a dormir menos horas de las acostumbradas, tener problemas en la concentración y sentirse un poco más irritable.

Tenemos que estar alertas cuando aparecen estos síntomas, porque la idea es mantener nuestros ciclos vitales, como la alimentación balanceada y el buen dormir. Sin duda habrá una demanda del sistema nervioso mucho más alta y necesitamos canalizar de forma correcta nuestra energía”, recomienda.

Consultar es positivo

Para la profesional del Centro Médico y Dental RedSalud Alameda es fundamental recurrir a los cercanos cuando hay síntomas de ansiedad. “Cuando una persona siente angustia o estrés, lo importante sería hablarlo con la familia, con un ser querido o con alguien de confianza. Por otra parte, y de forma proactiva, hay que acompañar a quienes, desde antes, ya estaban con un cuadro depresivo o de ansiedad, sobre todo porque podría exacerbarse dada la situación”, recalca.

Pero, ¿cuándo solicitar ayuda con un profesional? “Es evidente que una noticia como esta nos va a impactar a todos, incluso es normal que nos genere algún grado de ansiedad, dentro de márgenes razonables. Sin embargo, si con el paso de los días una persona deja de hacer cosas por miedo, si pierde el apetito, si no puede conciliar el sueño o empieza a evitar la sociabilización incluso de forma virtual, entonces es necesario acudir a un especialista”, responde.

La psicóloga agrega que “consultar no es sinónimo automático de tener un problema. Acercarse a un profesional siempre es positivo porque nos ayuda para saber si necesito o no ayuda de un especialista, nos permite adquirir herramientas de orientación muy útiles, que pueden contribuir al bienestar general”.