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La Salud Pública es la falencia, no sus profesionales.

Los médicos que firmamos esta declaración, queremos comunicar a la comunidad que empatizamos plenamente con la familia de Amelia, lactante que hace un año falleció producto de una influenza grave en el Hospital Carlos Van Buren (HCVB) de Valparaíso y reconocemos además, su esfuerzo por poner a la orden del día las graves falencias del Sistema de Salud Público (SSP) chileno que se arrastran hace décadas.

Esta situación también afecta a una colega que ha sido públicamente sindicada como la única responsable de los hechos, no sólo la impacta desde el punto de vista emocional y familiar, sino también en lo laboral, ya que ha sido impedida de trabajar en el SSP y vetada del sistema privado. A pesar de que cuenta con grandes virtudes técnicas, académicas y humanas, de las cuales muchos de nosotros hemos sido testigos, hoy está en una situación de vulnerabilidad que nos preocupa.

Queremos señalar a la comunidad que los médicos que laboramos en el sistema público lo hacemos por opción, vocación y convicción, con amor y enorme entrega; sin embargo, permanentemente estamos expuestos, a situaciones críticas, que a pesar de grandes esfuerzos, pueden culminar con desenlaces fatales, en ningún caso intencionales.

Insistimos nuevamente en el apoyo a la familia afectada y su diagnóstico de la crisis del SSP en Chile, que ningún poder político ha sido capaz de resolver. En nuestra disciplina dependemos de muchos factores que incluyen el trabajo personal y de equipo con enfermeras, kinesiólogos, matronas, técnicos paramédicos, auxiliares y diferentes unidades de apoyo, como laboratorio, imagenología e insumos que en muchas ocasiones carecemos.

La escasez de camas críticas nos obliga a realizar traslados, para nosotros indeseados, porque someten a los pacientes a tiempos de espera y distancias a recorrer desconocidas al Momento de realizar la solicitud de cupos hacia otras instituciones públicas o privadas. Los médicos estamos agotados de continuar siendo expuestos a estos riesgos y carencias.

A la luz de los hechos suscitados, señalamos que las autoridades tienen el deber de investigar la cadena de acontecimientos que ocasionan estos tipo de hechos, y no conformarse con cortar el hilo por lo más delgado. Estaremos expectantes al desarrollo de los acontecimientos y esperamos que tomen conciencia de la crisis del SSP del país.

Finalmente, los médicos tenemos el deber de informar a la comunidad, que a casi un año de la muerte de Amelia, que motivó incluso la visita del Ministro de Salud, la realidad del HCVB es que cuenta con un médico pediatra de excelencia menos, ninguna cama crítica más y se sigue manteniendo la misma precariedad.

Dr. César Haro, Pediatra, + 85 médicos, HCVB de Valparaíso

Dr. Juan Carlos Arancibia, Pediatra, +77 médicos, Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar

Dra. Tamara Carrasco, Médico Geriatra, Jefa de la Unidad Geriatría de Agudos y Cuidados Fin de Vida, +38 médicos, Hospital San Juan de Dios de Santiago

+785 médicos a lo largo de Chile

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