Desafíos laborales: Día contra la homofobia, bifobia y transfobia.

Por : Verónica Villagra Acosta.
Trabajadora Social
Jefa programa Licenciatura en Trabajo Social
UST Viña del Mar.
Han pasado más de tres décadas desde que, un 17 de mayo, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) eliminó la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Este hecho marcó un hito
histórico para una comunidad que ha sufrido discriminación sistemática y persistente. Si bien
representó un avance significativo en una época represiva y amenazante para las personas de la
diversidad sexual y de género—cuando estos temas ni siquiera se discutían abiertamente—, lo
cierto es que no ha implicado, hasta la fecha, cambios culturales profundos en la mentalidad de la
sociedad.
En el contexto chileno, es importante reconocer que han existido otros hitos legislativos
relevantes. Sin embargo, persisten desafíos estructurales para avanzar hacia una igualdad real y
transparente. Según el último informe anual del Movilh, los crímenes de odio continúan
duplicándose, los casos y denuncias por homo/transfobia aumentaron un 78,7% en Chile
generando espacios inseguros para las personas LGBTIQANB+.
Asimismo, la región de Valparaíso, una vez más, concentra la mayor cantidad de denuncias por
discriminación arbitraria. Uno de los aumentos más significativos corresponde a la discriminación
institucional, lo que convierte en un desafío social urgente la necesidad de generar espacios
laborales seguros. Numerosos estudios internacionales y latinoamericanos han documentado que
las personas LGBTIQANB+ enfrentan mayores niveles de discriminación y acoso en el trabajo en
comparación con sus pares heterosexuales y cisgénero. Esto incluye desde comentarios ofensivos
y microagresiones hasta despidos injustificados y acoso laboral (ILO, 2022; Badgett et al., 2019).
Como consecuencia de lo anterior, se observan evidentes brechas salariales y menores
oportunidades de ascenso para personas LGBTIQANB+, especialmente para personas trans y no
binarias, quienes además enfrentan mayores tasas de desempleo y subempleo (OECD, 2019;
Fundación Iguales, 2023).
Por lo anterior mencionado, hoy la tolerancia ya no es suficiente, debemos avanzar en acciones
concretas que protejan a las personas LGBTIQANB+ en su integridad y estabilidad laboral. Es
fundamental que las personas se sientan seguras de visibilizar y expresar su orientación sexual,
identidad y expresión de género, sin miedo a ser juzgadas, rechazadas o violentadas, sin sentirse
expuestos a situaciones de acoso laboral sistemático. La literatura científica muestra que muchas
personas LGBTIQANB+ optan por ocultar su orientación sexual o identidad de género en el trabajo
por temor a represalias, lo que puede afectar su bienestar emocional y limitar su desarrollo
profesional (Human Rights Campaign, 2021).
Si bien Chile cuenta con avances legislativos que incluyen a la diversidad, como la Ley
Antidiscriminación, la Ley de Identidad de Género, Ley Karin y el Matrimonio Igualitario. Sin
embargo, el miedo persiste, y aún queda una larga lucha social y estatal, para garantizar la
protección laboral y el bienestar de las personas LGBTIQANB+, la ausencia de protocolos claros

para prevenir y sancionar la discriminación dificulta la respuesta efectiva ante situaciones de acoso
laboral, inclusive en muchos casos, la discriminación se origina en la propia estructura
organizacional, manifestándose en prácticas como no reconocer el nombre social de las personas
o la falta de baños inclusivos, lo que refuerza la exclusión y vulnerabilidad de quienes integran la
diversidad sexual y de género. desde aquí invito a las instituciones, empleadores y colegas a
comprometerse activamente en la construcción de espacios laborales verdaderamente inclusivos.
En conclusión, no podemos permitir que una persona sea violentada por el solo hecho de ser
quien es. No podemos tolerar atentados contra la integridad de las personas por su orientación
sexual, identidad o expresión de género. Desde mi perspectiva profesional sostengo con firmeza
que no se puede vulnerar el bienestar de quienes solo buscan vivir con dignidad y en igualdad de
condiciones.

Las opiniones vertidas en esta columna, son de exclusiva responsabilidad de quien las emite, y no necesariamente, representan el pensamiento de Marga Marga Online.