Uno de cada seis niños sufre acoso digital: consecuencias del ciberbullying en el cerebro.

El acoso ha encontrado formas de evolucionar y el bullying ​ se aleja de lo que eran las relaciones humanas hace 20 años. Si antes el acoso era maltratar a alguien básica o psicológicamente, en la actualidad se suma el ámbito digital como una nueva forma de hacer daño.

En 2025, el panorama del acoso escolar ha cambiado dramáticamente. Según un estudio realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, el ciberbullying está en aumento, con un 16% de los estudiantes sufriendo acoso digital.

«Lo que estamos observando es particularmente alarmante, porque el cerebro adolescente está en una etapa crítica de desarrollo. El estrés crónico, producido por el ciberbullying, puede alterar permanentemente los circuitos neuronales relacionados con la regulación emocional y la respuesta al estrés», explica la Dra. Nathalí Ángel, psiquiatra de Clínica INDISA.

El ciberbullying puede afectar hasta 49 áreas del cerebro

Las investigaciones muestran que el cerebro de los niños que sufren ciberbullying puede verse perjudicado en diferentes aspectos:

  • Reducción en el volumen del hipocampo, área cerebral crucial para la memoria y el aprendizaje.
  • Alteraciones en la amígdala, centro del procesamiento emocional.
  • Cambios en la corteza prefrontal, responsable del control de impulsos y la toma de decisiones.
  • Niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés, que puede dañar las conexiones neuronales.

Uno de cada tres padres no sabe qué hacen sus hijos en internet

El fenómeno ha ganado visibilidad mediática gracias a producciones como la miniserie “Adolescencia” de Netflix, que en solo diez días se convirtió en la más vista de la plataforma, evidenciando el interés y la urgencia social del tema. En esto, Jamie, un niño de 13 años, es acusado de asesinar a una compañera de curso. Con cuatro capítulos grabados en una sola toma cada uno, la miniserie va relatando lo que pasa en el mundo de los jóvenes, y el poder que pueden llegar a tener las redes sociales en ellos cuando no hay una supervisión.

En Chile, la situación es particularmente preocupante. Un estudio de 2023 realizado por Black & White reveló que uno de cada tres padres desconoce las actividades de sus hijos en internet. “A diferencia del acoso tradicional, el ciberbullying persigue a los niños hasta sus hogares, a través de sus dispositivos, lo que resulta en una activación constante del sistema de respuesta al estrés”, advierte la Dra. Nathalí Ángel. “Esto puede provocar cambios duraderos en la arquitectura cerebral durante un período crítico de desarrollo”, resalta.

Señales de alerta

“La detección temprana y la intervención inmediata en casos de ciberbullying es fundamental no solo para proteger la salud mental de los niños, sino también para prevenir alteraciones en el desarrollo cerebral que podrían tener consecuencias a largo plazo”, resalta la psiquiatra de INDISA. Se debe estar muy atento a las distintas señales que puedan manifestar los niños:

  • Cambios repentinos en los hábitos de uso de dispositivos.
  • Ansiedad al recibir mensajes o notificaciones.
  • Aislamiento social.
  • Alteraciones del sueño.
  • Bajo rendimiento escolar.
  • Quejas físicas frecuentes (dolor de cabeza, estómago).

Solo el 37% de los padres conoce herramientas de control parental

El mundo online no tiene leyes ni reglas de convivencia, y los padres saben poco de cómo prevenirlo y cómo cuidar a los niños y adolescentes en este ecosistema. La doctora aconseja a los adultos que aprendan de los espacios virtuales y, de esta manera, puedan contar con más herramientas para cuidar a sus hijos dentro de ellos. “El desconocimiento de las herramientas de control parental puede ser un gran problema”, alerta la especialista.

Ante esto, ciertas organizaciones, como la Fundación Volando en V y Ripley, buscan generar mayor conciencia sobre el fenómeno del acoso escolar, entregando herramientas para los padres a través del kit contra el bullying. Las recomendaciones son:

  1. Mantener diálogo abierto y sin juicios.
  2. Implementar controles parentales (Family Link, Qustodio).
  3. Activar «modo niño» en dispositivos.
  4. Supervisar activamente redes sociales.
  5. Establecer reglas claras de uso digital.

Ante la creciente preocupación por el impacto del ciberbullying en la salud mental infantil, Clínica INDISA, a través de su área de psiquiatría, ofrece atención especializada para abordar estas problemáticas.

«Es fundamental que padres y educadores sepan que existe ayuda profesional disponible. Mientras más temprano se detecte y trate el problema, menores serán las consecuencias en el desarrollo cerebral de nuestros niños y adolescentes», concluye la Dra. Nathalí Ángel.