Experta UNAB recomienda cómo sobrellevar una alimentación saludable en la vida universitaria.

Oriana Monsalve Arancibia, Nutricionista y Secretaria Académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, Sede Viña del Mar, explicó de qué forma la entrada a la universidad puede repercutir en la salud alimentaria.

El paso de la vida escolar a la vida universitaria trae muchos cambios, lo que puede afectar los estilos de vida, particularmente los hábitos alimenticios, y perdurar durante la vida adulta.

Por este motivo, Oriana Monsalve Arancibia, Nutricionista y Secretaria Académica de la carrera de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello, Sede Viña del Mar, recordó la importancia que tiene la alimentación y la nutrición para las/los estudiantes de educación superior.

Sin embargo, la experta reconoce que llevar un estilo de vida, y, por lo tanto, una alimentación saludable, puede ser complicado al insertarse en esta nueva etapa universitaria, ya que “la falta de tiempo, las responsabilidades académicas, la disponibilidad de opciones de comida rápida en los recintos de educación superior, además de la disposición al cambio que puedan tener las/los estudiantes, son algunos de los desafíos que deben enfrentar”.

Ante esta situación, Monsalve recomienda “contar con opciones variadas de alimentación y que también sean accesibles”, ya que el ambiente alimentario en las universidades influye de manera significativa a la hora de elegir qué consumir.

Sumado a esto, el académico de la UNAB enfatizó que «la promoción de la salud en el entorno universitario es crucial para abordar los desafíos nutricionales que enfrentan las y los estudiantes. Son espacios idóneos para implementar programas de educación nutricional acordes a distintos modelos de comportamiento en salud».

“Esto permite generar campañas de concientización y políticas que puedan fomentar la disponibilidad de opciones saludables de alimentación en sus instalaciones. Estas iniciativas ayudan a la toma de decisiones informadas sobre su dieta y hábitos saludables que perduren más allá de la etapa universitaria”, complementó Oriana Monsalve.

Además, el especialista recomendó la participación de los estudiantes en la planificación y elaboración de planes de promoción de salud, ya que esto “hace que adquiera mayor relevancia para ellos, al involucrar sus distintas experiencias y necesidades cotidianas”.

«La salud de las y los estudiantes en esta etapa requiere atención, para garantizar su bienestar integral. Ejemplos concretos de iniciativas son la oferta de menús balanceados, promoción de alimentos frescos y locales a través de alianzas estratégicas con proveedores y otras estrategias que fomentan un entorno educativo que promueva y valore el bienestar integral», finalizó la experta.