
La tuberculosis ha registrado un preocupante incremento en Chile, impulsado por la interrupción de programas de salud durante la pandemia, condiciones de hacinamiento y el aumento de casos de tuberculosis resistente a los antibióticos.
La tuberculosis (TBC), una enfermedad infecciosa que se creía controlada, ha experimentado un preocupante aumento en Chile. Según el Ministerio de Salud, en 2023 se reportaron 2.973 nuevos casos y 251 muertes asociadas. En regiones como Biobío, la incidencia ha crecido significativamente, con 282 casos y 14 fallecimientos en 2024.
María Jesús Hald, epidemióloga de la Facultad de Medicina de la Universidad Andrés Bello y directora de la Sociedad Chilena de Epidemiología, explica que este incremento responde a múltiples factores, entre ellos el impacto de la pandemia de COVID-19 en los programas de detección y tratamiento de la enfermedad.
Factores detrás del aumento
Uno de los principales problemas que han impulsado este repunte es la interrupción de los programas de control durante la pandemia. «La crisis sanitaria por COVID-19 desplazó recursos y atención, reduciendo los diagnósticos y afectando la continuidad de los tratamientos», señala Hald. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este fenómeno se ha replicado en varios países, haciendo retroceder los avances en la lucha contra la tuberculosis.
Además, existen factores sociales determinantes en la propagación de la enfermedad. «El hacinamiento, la pobreza y la malnutrición aumentan el riesgo de transmisión y agravamiento de la TBC. También influyen enfermedades preexistentes como la diabetes y el VIH”, advierte la docente UNAB.
Otro desafío importante ha sido el aumento de la tuberculosis multirresistente, una variante más compleja que, según la epidemióloga, se ha propagado debido a diagnósticos tardíos, tratamientos incompletos y un financiamiento aún muy por debajo de la necesario. De hecho, de acuerdo con datos de la OMS, solo dos de cada cinco personas con tuberculosis farmacorresistente accedieron a tratamientos en 2023.
Síntomas y acceso al tratamiento en Chile
La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis y afecta principalmente los pulmones, aunque puede comprometer otros órganos. Sus síntomas incluyen tos persistente por más de tres semanas, fiebre, sudoración nocturna, pérdida de peso y fatiga. «Quienes presenten estos signos deben acudir de inmediato a un centro de salud para un diagnóstico oportuno», enfatiza Hald.
En Chile, la vacuna BCG contra esta enfermedad es gratuita y está incluida en el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI) del Ministerio de Salud. Sin embargo, advierte la académica, que esta vacuna no es completamente efectiva para prevenir todas las formas de tuberculosis, especialmente en adolescentes y adultos, “por ello, es esencial complementar la vacunación con otras medidas de prevención y control de la tuberculosis. Además, en Chile el diagnóstico y tratamiento son gratuitos en el sector público de salud de nuestro sistema de salud”.
“La OMS recomienda el uso de pruebas rápidas de diagnóstico molecular, y un régimen de antibióticos que se debe seguir estrictamente durante 4 a 6 meses. Cumplir el tratamiento no solo permite la curación, sino que previene el desarrollo de cepas resistentes”, complementa.
Una lucha constante
Para enfrentar esta crisis, la epidemióloga destaca la importancia de fortalecer los programas de detección temprana, mejorar las condiciones sociales que favorecen la transmisión de la enfermedad y asegurar el acceso oportuno al tratamiento: “la tuberculosis es un reflejo de nuestras desigualdades estructurales. Afecta a quienes viven en condiciones de hacinamiento y sin acceso a su vacuna”, subraya.
“Si algo aprendimos con la pandemia de COVID-19 es que la salud pública no puede ser reactiva. Y hoy, la tuberculosis nos da una nueva lección: actuar a tiempo puede significar la diferencia entre contener una epidemia o lamentar una tragedia que se pudo evitar”, concluye María Jesús Hald.