Equipo científico de la Universidad de Playa Ancha analizó las descargas de tres
plantas desaladoras nacionales y publicó las conclusiones de su trabajo en la
prestigiosa revista Marine Pollution Bulletin.
En un complejo contexto mundial de escasez hídrica, la desalinización del agua de mar
es una de las tecnologías más viables para producir agua dulce. Sin embargo, la
evidencia indica que la preocupación medioambiental por el impacto potencial del
vertido de salmuera en los ecosistemas marinos obstaculiza o retrasa el desarrollo de
proyectos que consideren esta técnica.
Un escenario que se ha complejizado al no contar con información fehaciente sobre sus
efectos, especialmente en un polo de creciente desarrollo de este tipo de procesos,
como es la costa del Pacífico de Sudamérica, siendo Chile el país líder, con el mayor
número de proyectos de desalinización: 22 iniciativas que utilizan la técnica de ósmosis
inversa de agua de mar (SWRO, por sus siglas en inglés) están operando, y nueve
están siendo desarrollados y/o construidas con aprobación ambiental del Servicio de
Evaluación Ambiental (SEA).
Todo esto llevó a un equipo científico del HUB Ambiental de la Universidad de Playa
Ancha a profundizar en el tema y, recientemente, se publicó en la connotada revista
científica Marine Pollution Bulletin el artículo “Assessment of brine discharges
dispersion for sustainable management of SWRO plants on the South American Pacific
coast” (Evaluación de la dispersión de los vertidos de salmuera para la gestión
sostenible de las plantas de osmosis inversa en la costa del Pacífico Sudamericano).
El pionero trabajo es el primer intento por dilucidar científicamente qué ocurre en el área
de dispersión de las descargas de salmuera en Chile, para lo cual se evaluó lo que
sucede con tres plantas desaladoras en la zona norte del país: Minera Escondida –la de
mayor capacidad productiva a nivel nacional–, Aguas Antofagasta –la más antigua– y
Minera Candelaria –de menor producción, pero más moderna.
Rápida dilución de la salmuera
Como destaca el autor principal, Dr. Iván Sola, investigador postdoctoral del HUB
Ambiental UPLA, uno de los principales resultados obtenidos en este estudio es que
“las condiciones oceanográficas, sumado al uso de difusores, favorecen la
dilución de las descargas de salmuera en los ecosistemas costeros, mostrando,
incluso, que ésta es más rápida que en otras plantas del mundo, ubicadas en
otras regiones como, por ejemplo, el Mar Mediterráneo o el Golfo Arábigo”, afirma,
haciendo énfasis en que se trata de plantas con similares características técnicas de
producción a las ubicadas en otros países.
“Específicamente, se observó que el incremento de la salinidad sobre la salinidad
natural del medio ambiente, en las áreas de afectación y en los tres casos de estudio
evaluados, fue menor al 5%, en un radio menor a 100 metros desde los puntos de
vertidos estudiados”, detalla el investigador. Un bajo índice que se explica porque el
litoral chileno se caracteriza por fuertes corrientes e hidrodinamismo, además de un
menor grado de salinidad natural que en otras regiones (34,4 psu de salinidad natural
media frente a 37,5 psu en el Mediterráneo o 40 psu en el Mar Rojo), y una dinámica
oceanográfica y geomorfológica particular.
Igualmente, los resultados de este monitoreo, así como los de otros estudios llevados a
cabo en el centro de investigación de la UPLA, permiten aplicar en el artículo una serie
de recomendaciones, orientadas a la regulación ambiental y a la definición de requisitos
para el monitoreo ambiental de los vertidos de salmuera, apuntando hacia una
operación y desarrollo sostenible de la desalinización, a largo plazo, tanto en Chile
como a nivel global.
Entre estas recomendaciones, destacan el establecer una normativa medioambiental
específica relativa al incremento máximo de salinidad permitido en las zonas de vertido
en Chile. Así como, también, el desarrollo de un riguroso proceso de evaluación
ambiental, y un plan de vigilancia ambiental que implemente los requerimientos
adecuados; todo ello con énfasis en la cooperación entre el sector público-privado y la
academia.
Contemplando todo lo anteriormente mencionado, el investigador sostiene que, “así se
garantizaría la aplicación de las mejores medidas de mitigación y prácticas
sostenibles en los nuevos proyectos de desalinización, evitando conflictos
socioambientales y asegurando el uso de la desalinización como solución
sostenible a largo plazo, para combatir la escasez de agua que afronta la zona
centro-norte de Chile”.
Cabe destacar que, además del Dr. Sola, el artículo tiene entre sus autores a tres
investigadores e investigadoras del HUB Ambiental UPLA: los Dres. Claudio Sáez
(autor senior y patrocinante postdoctoral), María José Díaz y Fernanda Rodríguez-
Rojas, además de Jeniffer Pereira-Rojas, estudiante del Doctorado Interdisciplinario en
Ciencias Ambientales de la Facultad de Ciencias Naturales y Exactas de la casa de
estudios. Adicionalmente, participaron en la investigación los catedráticos de la
Universidad de Alicante, Dres. Adoración Catarralá y José Luis Sánchez.