Junto al Diputado Mario Desbordes y Juan Antonio Coloma.
Tras haberse aprobado en la Sala de la Cámara de Diputados el informe de la comisión mixta, se despachó el proyecto sobre libertades condicionales, que quedó listo para convertirse en Ley.
La iniciativa, define un marco legal especial para la libertad condicional, estableciendo que este beneficio es un medio de prueba del proceso de reinserción del condenado, que no extingue la pena, sino que permite que ésta sea cumplida en libertad.
Sin embargo, uno de los puntos más controvertidos se refiere a los nuevos requisitos para acceder a libertad vigilada a los condenados por delitos de derechos humanos, estableciendo la obligación de arrepentimiento y colaboración, que se suma al cumplimiento efectivo de a lo menos dos tercios de la pena.
Para la diputada Camila Flores, “este proyecto presenta varias inconsistencias y claros elementos que lo alejan de la constitucionalidad. Nos parece que a nuestros colegas de la oposición, el sesgo ideológico y la venganza contra las personas que hoy cumplen condena en Punta Peuco, los obnubiló y terminaron aprobando una iniciativa que tiene vicios impresentables”.
Por ello, la parlamentaria de Renovación Nacional, llegó hoy hasta las dependencias del Tribunal Constitucional “para que se pronuncie sobre esta mala Ley, y podamos revertirla, porque vulnera el artículo 19 números 2 y 6 de la Constitución Política del Estado, imponiendo condiciones que incurren en la discriminación arbitraria e infringen la libertad de conciencia, junto con vulnerar el principio de igualdad ante la ley”.
Finalmente, la diputada Flores indicó que “vemos una vulneración gravosa a nuestra Constitución Política. Lo que está haciendo la oposición a través de esta ley, es un ánimo permanente de venganza a un sector que está cumpliendo condena en Punta Peuco por determinados delitos, y creemos que ellos buscan que el Estado obligue a través de la institucionalidad, a determinadas personas a arrepentirse. El arrepentimiento está en el fuero interno de las personas, y muchas de éstas que están cumpliendo condena, señalan no haber participado de los hechos, por lo tanto, malamente alguien que tiene el convencimiento de no ser culpable, puede arrepentirse”.