A sus 80 años, don Mario Ramírez, fundador de la población, afirma que tuvo que aguantar persecución por el hecho de oponerse a la instalación de la Planta de Transferencia de Basura que el municipio local tiene presupuestada en el sector que el filántropo Francisco Valencia donó para deporte y recreación de los quilpueínos. Al respecto, el ingeniero Pedro Sariego sentenció que “éste debe ser uno de los peores sectores para poner una planta de tratamiento urbano en el mundo, no solamente aquí en Quilpué, y no me explico cómo ha avanzado por el Sistema de Evaluación Ambiental hasta el punto de estar casi aprobada”.
Una cruda realidad han tenido que soportar algunos vecinos del sector de Villa Olímpica de Quilpué por haberse opuesto al emplazamiento de una estación de transferencia de residuos sólidos en el sector. La lucha entre el Municipio y los vecinos comenzó en el año 2015, cuando se anunció la planta se instalaría en un terreno de 12 hectáreas que fue traspasado a la Municipalidad por parte de la Corporación Municipal de Quilpué, del cual ocupará cinco hectáreas.
A principios de mayo de 2016, la ambientalista y asistente jurídico, Susana Soto Jorratt indicaba que “para nadie ya resulta desconocido el tema de la planta de basura que se pretende instalar en el sector de Villa Olímpica y que de implementarse afectaría a todo Quilpué, hecho ratificado por el presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico de Chile mediante un informe solicitado por la Corte de Apelaciones de Valparaíso, luego de que un grupo de 202 vecinos apoyados por la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Quilpué interpusiera un Recurso de Protección el pasado 19 de febrero de 2016, informe llegado mediante oficio a la Corte de Apelaciones el 24 de marzo pasado y que ratifica, e incluso amplía descriptivamente, los daños que se ocasionarían de implementarse dicho proyecto de Estación de Transferencia”.
Entre muchas otras acciones, durante el año 2016, organizaciones sociales y vecinos de Quilpué se unieron realizando marchas por los sectores céntricos de la comuna y para hacer frente común, presentando una solicitud formal en la Contraloría General de la República, con el fin de que se realizara un proceso investigativo debido a situaciones irregulares en la aprobación del proyecto de la empresa Stercycle.
De acuerdo a lo anunciado, la planta de transferencia tendrá la capacidad de recibir la basura domiciliaria de otras comunas ya que, según la empresa a cargo, fácilmente puede llegar a recibir 100 mil toneladas al año, siendo que Quilpué genera sólo 50 mil toneladas anuales de basura domiciliaria. Los vecinos realizaron diversas manifestaciones en contra del proyecto y nunca participaron en una consulta ciudadana respecto al lugar en que han vivido por años, siendo ignorados completamente.
SITUACIONES SOSPECHOSAS
Mario Ramírez, adulto mayor de 84 años, ex dirigente y vecino desde hace más de 40 años del sector de Villa Olímpica, comienza a relatar la situación. “La planta de transferencia empezó de repente, porque nadie sabía nada, y nos encontramos con este problema. Al principio, los vecinos nos agrupamos y hubo incluso toma del Troncal en la que nos estábamos oponiendo a lo que nosotros no queremos. No queremos una planta aquí en el barrio, que esté a poquitos metros de la población. La gente decidió y hemos seguido luchando con esto, prueba de ello es que yo todavía tengo la bandera negra, que es de protesta. Está escrita y la he renovado, pero sigue ahí”.
El ex dirigente continúa diciendo que “después, tuve problemas acá con la policía, que llegaba de civil, entonces yo les creía pero al final de todo se descubrió que era un montaje prácticamente. Yo estaba súper nervioso, no sé quién los mandó pero estaba acosado aquí. Reunión que tenía, me llamaban por teléfono, venían aquí a la casa, entonces eso me tenía muy, muy nervioso. Yo, como le digo, he sido dirigente, vecino de más de 40 años, he pasado por todas las etapas acá. Cuando esta población no era nada de nada. Había solamente unas 15 mediaguas. Cuando partí con el agua, luz, alcantarillado, después pavimento, estuve en la etapa de la construcción de la sede, y ahora último, el mejoramiento de la vivienda. Todo ha funcionado bien. Quiero este barrio, lo quiero porque he sufrido harto en cuanto a las etapas que he pasado en él”.
El adulto mayor indica haber sufrido “persecución, acoso y ahora último en los Tribunales, primera vez en mi vida después de 82 años estuve en Tribunales, en la Fiscalía y después en el comparendo, en el cual yo con documentos firmé que no tenía nada que ver y el juez, el resultado me dijeron que me quedara tranquilo. A la parte contraria le dijeron sencillamente váyase para su casa y no joda. Decían que yo había girado en la libreta de la Junta de Vecinos, porque yo era el tesorero, primero eran 300, después golpearon a mi puerta y eran 400, y cuando llegué a la Fiscalía eran 500. Entonces, yo con documento en mano, fui al BancoEstado y pedí un certificado comprobando que no tenía ningún giro, sobre todo porque para hacer un giro tenían que haber dos firmas, la del presidente y la mía”.
En este sentido, Miriam Hernández Leal, vecina y socia de la Junta de Vecinos, señala “lo que sí he hecho durante dos años es estar luchando en contra de la implementación de la planta de transferencia y ha sido dura la batalla. Muy dura. Yo nunca había tenido una experiencia así, durísima, que no se la doy a nadie, en donde tú te sientes perseguida, primero por gente que se supone que son tus amigos, que son vecinos, a los cuales tú quieres y respetas mucho, pero en este tipo de situación todo cambió. Fue la antigua Directiva que hubo en nuestro barrio que perseguían a don Mario y a mí, porque yo tenía una documentación ya que siendo yo de la Comisión Fiscalizadora me quedé con los documentos de don Mario cuando él se retiró de tesorero, y me impusieron eso, pasárselos, de una forma bastante violenta”. A su vez, en otra declaración, Miriam indica haber asistido a una reunión que se hizo en forma reciente en calle De Veer, en Quilpué, donde presenció las acusaciones contra los vecinos desde una autoridad )no quiso nombrarla por temor), quien dijo que eran unos delincuentes que habían encendido neumáticos en el Troncal Sur, y que botaban basura en el sector, siendo que son personas de otros lugares las que van a dejar sus desechos pasado el paso inferior del Camino Calichero.
Por su parte, Susana Soto Jorrat, relata: “me involucré en el tema de la planta de transferencia, porque las vecinas de Villa Olímpica fueron a mi casa a pedirme ayuda. Me conocieron por el tema del pulmón verde y la defensa del fundo El Carmen. Cuando me involucré, percibí que había una serie de vicios. Me tocó presenciar la votación y aprobación en el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental el Día de los Inocentes, el 28 de diciembre de 2015. Busqué un abogado que hizo un recurso de protección que desgraciadamente perdimos en la Suprema Corte de Apelaciones y nos quedó un informe del Colegio Médico que se oponía tajantemente a la implementación de esa estación de transferencia en el sector donde se pretende instalar, y de allí para adelante nunca hemos dejado de estar unidos con los vecinos de Villa Olímpica”.
La conocida ambientalista quilpueína, indica que “en aquel tiempo había una Directiva que fue conquistada con un paseo a San Antonio a una planta de similares características y propiedad del mismo dueño de Stercycle, a la que no pudieron asistir ya que los vecinos se percataron de ello, y a raíz de eso empiezan una serie de persecuciones a los socios que no estaban de acuerdo, a don Mario y otras tantas más, como por ejemplo mandar a llamar a un departamento especial civil de Carabineros que es de protección a autoridades, hacer que un grupo que se infiltraba en nuestras reuniones fuera a quemar neumáticos y acusarnos a nosotros de terroristas encapuchados. Personalmente, fui declarada imputada, tuve que ir a declarar y obviamente eso se sobreseyó, porque se encontraron las fotos satelitales donde este grupo de encapuchados y agazapados quemaban los neumáticos versus nuestros reportes gráficos de marchas totalmente pacíficas de familias completas a rostro descubierto”.
COMUNA DE SACRIFICIO
Susana Soto agregó que “la estación de transferencia de residuos sólidos domiciliarios en Villa Olímpica (PTB Planta de Acopio de Basura) es una aberración producto de un mandante y la aprobación de un concejo comunal que se sienta en las personas, que lejos de querer servir a la ciudadanía se sirven de ella, concepto que hoy en día los vecinos de Villa Olímpica tienen muy claro y no están dispuestos a dar paso atrás en la lucha contra la implementación de la dichosa planta. Son muchos los argumentos de los vecinos y casi inentendibles las razones de una autoridad empecinada en hacer su voluntad aunque ello sea totalmente impopular, da mucho que pensar, ya que una Planta de Acopio y trasvasije no aporta a la comuna de Quilpué más que roedores, moscas, infecciones y peligro inminente. Por lo mismo, cabe preguntarse por qué si se desea beneficiar a nuestra comuna se permite que seamos lugar de acopio de todas las comunas del interior que pagarían altas sumas de dinero por deshacerse de su basura, para que finalmente seamos nosotros una comuna de sacrificio”, sentenció.
El ex seremi de Obras Públicas y candidato a senador por la Quinta Región, Pedro Sariego, se refirió al tema ya que fue invitado a una reunión con los vecinos de Villa Olímpica que le expusieron sus problemas referentes a la planta de transferencia y a las persecuciones. «Lo primero que quiero decir es que he conocido a un grupo de personas que no se merecen que organismos del Estado, la policía y todo sus sistemas de inteligencia gasten horas hombre en estar investigando a un anciano de 84 años y a la gente de esta villa. Estaban haciendo tonteras, gastando la plata de todos los chilenos, en vez de perseguir a delincuentes y a terroristas reales. Las personas que he conocido hoy, bajo ningún punto de vista ni siquiera se puede pensar en alguna acusación que se les haya hecho y no se merecen ese trato. Y me llama la atención que las autoridades locales, que se supone que están más vinculadas con los sectores populares, se vean de alguna manera, a juicio de estos vecinos, detrás de esta operación de intimidación».
“Lo segundo que quiero decir, es que interiorizándome en el sector donde se quiere ubicar esta planta es que me parece súper extraño. Con todo lo que yo sé y lo que he visto en los países que he estado es primera vez que conozco que una planta va a quedar al lado de la ciudad. Es una cuestión nueva para mí, demasiado moderna si se quiere. Generalmente, las plantas de este tipo están a una distancia prudente del área urbana, considerando además su crecimiento. Es una zona, además, que está en pendiente, pienso en voz alta en los líquidos percolados que van a ir hacia el fondo de la quebrada que está en una serie de lagunas del Marga Marga. Es raro y extraño todo esto”, dijo Pedro Sariego, atónito.
El ingeniero agregó “se me figura, no quiero adelantar juicios, pero aquí no me cabe duda que hay un montón de intereses creados de distinto tipo que empujan este tema. Estamos claro que la zona requiere de plantas como éstas, pero desde todo punto de vista técnico y lógico –yo lo digo como profesor de la Santa María- éste debe ser uno de los peores sectores para poner una planta de tratamiento urbano en el mundo, no solamente aquí en Quilpué. Así que yo por lo pronto voy a seguir este tema, a tomar mayores antecedentes. Éste es un tema que no se puede dejar pasar así como así. Nosotros enseñamos en nuestras universidades que las instalaciones de las plantas industriales tienen que ser en lugares idóneos que cumplan todas las normativas, y apropiados. Además, este tipo de plantas, para que lo sepan las autoridades locales, hoy día se hacen con la comunidad, no se hacen en contra de la comunidad, ni menos apuñalando a la comunidad. Se hacen con ellas, en beneficio de todos, nos sólo de los inversionistas y sus facilitadores”, sentenció Pedro Sariego.