En febrero pasado, el Ministerio de Economía dio a conocer el informe de resultados de la cuarta
Encuesta de Microemprendimiento en Chile (EME), realizada el año 2015, en la que destaca la
fuerte presencia de mujeres en este sector de la economía nacional, alcanzando un 38,7%
(702.018 mujeres) del total de microemprendedores del país.
Dentro de las conclusiones del estudio, una brecha se da en la capacidad de crecimiento de un
negocio, donde el emprendimiento masculino es cuatro veces más dinámico que el de las mujeres
y genera mayores utilidades.
Asimismo, el estudio señala que la afirmación que mejor refleja los beneficios de ser
independiente en el caso de las mujeres, es poder realizar tareas domésticas y/o cuidado de niños
y adultos mayores en el hogar (39,6%). Entre los hombres, el no tener jefe (36,8%) es la alternativa
de mayor preferencia.
Claramente, tenemos un desafío: ¿Cómo logramos que en Chile más mujeres emprendan con
buenos resultados?
Debemos recordar que gran parte de las mujeres emprendedoras en nuestro país provienen de
sectores vulnerables y que en su mayoría son jefas de hogar.
En Fondo Esperanza (FE) conocemos de cerca esa realidad. De los más de 100 mil
emprendedores(as) que apoyamos, desde Arica a Chiloé, un 84% son mujeres, en gran parte
provenientes del 20% más vulnerable del país. Gracias a la metodología que aplicamos, orientada
a sus características, ellas logran hacer crecer sus negocios, compatibilizando los múltiples roles
que desempeñan en la sociedad.
Como país, debemos asumir el desafío de incentivar la incorporación de las mujeres al mundo del
microemprendimiento, entendiendo que no depende sólo de la persona, sino que es fundamental
trabajar con la comunidad en la que están insertas. La labor de Fondo Esperanza no se centra sólo
en la entrega de microcréditos productivos, sino que también en capacitarlas y fortalecer sus
redes. Estos tres pilares, han permitido que, en promedio, las emprendedoras incrementen sus
ventas en un 70% después de un año y medio en FE. Además, un 43% de ellas adquiere capacidad
de ahorro y un 60% aumenta sus redes de apoyo económico, logrando que muchas se conviertan
líderes comunitarias.
En el Día Internacional de la Mujer, reconocemos a aquellas mujeres que se levantan a diario para
hacer sus sueños realidad y dar una mejor calidad de vida a sus familias.