Si los derechos de los niños y niñas ocupan un lugar predominante en los principales medios de comunicación, por lo
general es en el contexto de abusos y explotación de niños/as o por sensacionalismo. Los niños y las niñas suelen ser
vistos y escuchados a distancia, lo que refleja su debilidad y que no deja de salir a la luz en todo debate sobre los
medios de comunicación y los derechos del niño/a, de modo que rara vez se les permite hablar en su propio nombre.
Sensibilizar con respecto a los derechos de los niños/as y promover sus derechos, es un desafío que se plantea a los
medios de comunicación.
Los medios de comunicación no sólo deben informar de manera imparcial, honesta y precisa sobre la experiencia de la
infancia, sino que también deben dar espacio para las opiniones diversas, originales y creativas de los propios niños/as.
Ya sea en las noticias y los asuntos de actualidad, o en el complejo mundo de las artes creativas e interpretativas, todo
profesional de los medios de la comunicación, y las organizaciones para las que trabajan, tienen la responsabilidad de
reconocer los derechos del niño y niña y reflejarlos en su trabajo.
Periodistas y reporteros/as, necesitan ser sensibles respecto a las consecuencias de la información que proporcionan. La
cooperación de las instituciones y servicios que trabajan en el ámbito de infancia y los/as periodistas y su orientación
hacia la salvaguarda de derechos y la dignidad de los niños/as y los jóvenes, es sumamente importante para todos los
que luchan por un mayor reconocimiento de los derechos del niño/a. La cobertura sensacionalista puede distorsionar y
explotar un problema grave, haciendo más mal que bien.
En este sentido, el Servicio Nacional de Menores, a través de las Oficinas de Protección de Derechos promueve que
éstas asesoren a los Municipios y medios de prensa, respecto aquellas situaciones de niños y niñas vulnerados en sus
derechos, que protagonicen noticias de connotación pública, abogando por la adecuada protección y respeto por la
identidad y confidencialidad de los datos de niños, niñas y adolescentes involucrados.
Por lo anterior, la Oficina de Protección de Derechos de Olmué, con el apoyo del Servicio Nacional de Menores, ha
generado una instancia de capacitación y reflexión, respecto al tratamiento de la información desde un enfoque de
derechos de infancia y juventud.