La exitosa Unidad del Hospital de Quilpué permite brindar atención hospitalaria en el seno del hogar de los pacientes

 

 

Son las 8:30 de la mañana y el equipo de Hospitalización Domiciliaria del Hospital de Quilpué prepara el equipamiento médico y de enfermería para trasladarse a los distintos hogares en donde aguardan sus pacientes con disímiles patologías. Su objetivo, tratar en el domicilio procesos que hasta hace un año atrás era impensados fuera del contexto hospitalario.


El médico Jefe de la Unidad, Dr. Marcelo Castro Morales revisa los resultados de los exámenes médicos de cada paciente que será controlado, elabora recetas y establece las prioridades de atención. En el mismo proceso la enfermera coordina que todo se lleve a cabo estableciendo la ruta, mientras  paramédico reúne el material que requerirán en cada procedimiento. Así medicamentos, sueros, cajas de curaciones, oxigeno, entre otros implementos, se cargan en la camioneta y parten hacia los distintos destinos entre Quilpué y Villa Alemana.


El desarrollo técnico que ha permitido al equipo de la UHD ejecutar procedimientos médicos que antes requerían hospitalización tradicional, así como la necesidad de camas que poseen todos los centros asistenciales, han permitido el exitoso desarrollo de esta unidad que en el mes de diciembre cumplió su primer Aniversario desde de puesta en marcha.


Un total de 3000 mil días cama -que se desglosan en 345 de cama básico, 2398 intermedios y 257 complejos- se lograron realizar en la Unidad de Hospitalización Domiciliaria, lo que correspondió a una atención de alrededor de 290 pacientes en sólo un año desde su implementación.


“Aquí se coloca corazón”


Los pacientes que ingresan provienen de la Unidad de Emergencia del Hospital de Quilpué, o bien son derivados por el facultativo que los atiende en los Servicios Clínicos al interior del recinto.


El equipo de la UHD parte con la evaluación del ingreso por parte del médico jefe, continúa con la evaluación de la asistente social y se le hace una visita a domicilio. Junto con dar la bienvenida al programa, enfermera y paramédico determinan junto a la familia a la persona “ancla”, que se encargará de recibir las instrucciones del equipo para el cuidado del paciente, se entrega toda la información correspondiente a la Unidad y vías de comunicación. De esta manera comienza el tratamiento con visitas una o más veces durante el día del equipo de salud, para ir resolviendo la patología.


Junto con al Dr. Marcelo Castro el equipo de la U.H.D. del Hospital de Quilpué está compuesto por las enfermeras Valeria Mandiola y Estefanía Reyes, los paramédicos Nicolás Olivares y Mónica Gallardo. Junto a ellos, completa el equipo la asistente social Verónica Romero, la enfermera supervisora Sandra Pérez, y en reemplazo del Dr. Castro, la Dra. Tamara Venegas, quienes se han convertido en un gran apoyo de la Unidad.


“El equipo se ha afiatado bien porque se coloca corazón a todo lo que hace. Lo pasan bien, se entregan a los pacientes, muchas veces se dice que en esta área no se debe relacionar con los pacientes más allá de lo meramente asistencial, y nosotros nos hemos dado cuenta que eso no se ajusta a la unidad. Estamos pendientes de los pacientes, conocemos como funcionan las familias, muchas de ellas confían temas personales, y eso se ve reflejado en las felicitaciones que dejan, y en las que individualizan a cada integrante del equipo” expresó el médico Jefe de la UHD.


((Recuadro))

“Mi madre se estaba apagando”


La quilpueína Margarita Díaz Jopia, de 73 años, fue la tercera paciente ingresada a Hospitalización Domiciliaria una vez que comenzó a operar la Unidad en diciembre del 2013. Llevaba casi dos meses hospitalizada en el Servicio de Medicina, con una ulcera venosa infectada en su pierna izquierda que no cedía, un cuadro agravado por una infección urinaria y un síndrome confusional agudo que la mantenía en delicado estado y desorientada.


Así fue que llegó a la recién inaugurada U.H.D. “Evaluamos el caso porque ese tipo de curaciones requería mucho más tiempo del que se ocupa en Hospitalización Domiciliaria, que es entre 10 a 15 días. Ingresó el día 4 o 5 de diciembre y fue nuestro tercer paciente. Estuvo cerca de un mes y medio con nosotros, mediante curación avanzada de heridas y tratamiento antibiótico endovenoso. Luego de este proceso, era otra persona, salió completamente sana, con aumento de peso que había perdido producto de toda su patología. Comenzó a movilizarse por sí sola, eliminando la infección de la extremidad inferior y sin infección urinaria” recordó el Dr. Castro nuevamente en casa de Margarita, a quien visitan cada cierto tiempo para saber de su estado.


Emocionada cada vez que recuerda los difíciles momentos que vivieron durante la hospitalización de su madre, Karina Severino, la hija menor de Margarita cuenta que “mi mamá se me estaba apagando, la sacaran justo a tiempo, porque no quería comer, la infección que tenía en la pierna era demasiado crítica y gracias a Hospitalización Domiciliaria la sacaron adelante. Estoy muy agradecido de todo el personal”.

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