Carlos Bravo Benavente, de 30 años, fue el segundo paciente que recibió un corazón artificial en el país, el año 2013, en el Hospital Dr. Gustavo Fricke; cirugía de alta complejidad, que le permitió esperar 16 meses en buenas condiciones de salud por un trasplante cardíaco, el cual se concretó hace algunos días.
El Hospital Dr. G. Fricke registra cerca de 90 trasplantes cardíacos desde 1968, y en el último año, más de cinco implantes de » corazón artificial”, cirugía que se convierte en un puente para los pacientes, a la espera de un trasplante.
En excelentes condiciones de salud se encuentra Carlos Bravo Benavente, de 30 años, proveniente de la comuna de El Quisco, a quien en agosto del año 2013, el equipo médico del Hospital Dr. Fricke, le implantó un dispositivo ventricular intracorpóreo, más conocido como «corazón artificial», lo que le permitió no sólo seguir con vida por 16 meses, sino que en un muy buen estado físico y metabólico, para esperar un órgano que le permitiera acceder a un trasplante.
El Dr. Francisco Acevedo, Director del Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, SSVQ, tras visitar al paciente, que se recupera satisfactoriamente, señaló, “es un gran orgullo dar a conocer esta proeza médica del primer caso en Chile de un implantado con un aparato mecánico destinado a suplir su insuficiencia cardíaca, que logra reemplazar esa máquina por un corazón natural, sin duda, este es un hecho histórico”.
Por su parte, el Dr. Rodrigo Ahumada, Director del Hospital Dr. Gustavo Fricke indicó que “a la fecha llevamos 5 corazones implantados en pacientes, lo cual ha permitido que tengan una calidad de vida excelente y se dé esta condición, de lograr que puedan esperar y recibir un corazón donante, por eso queremos destacar que un hospital público puede ser pionero en estas intervenciones, por ello hemos abierto nuestras puertas para que vengan otros centros y así puedan aprender y replicar estas cirugías en sus recintos asistenciales”.
Un dispositivo que puede salvar vidas
El Dr. Andrés Vera, Jefe (S) del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Hospital Fricke, comentó respecto del dispositivo ventricular incorpóreo que “este dispositivo no sólo salva la vida de los pacientes, sino que genera condiciones fisiológicas excelentes durante la recuperación, que al cabo de un año el paciente estaba en condiciones normales incluso haciendo actividad física”.
En tanto, el Dr. Oneglio Pedemonte, Presidente de la Fundación Cardiovascular Dr. Jorge Kaplan comentó que “este paciente sin este dispositivo no habría podido sobrevivir un año y medio en espera de un trasplante, de hecho no estaríamos contando esta historia, sin embargo, con esta tecnología que la Fundación financió tenemos estos resultados positivos”.
Radis Benavente, madre de Carlos señaló que “mi hijo sin este dispositivo muere, de hecho como familia nos dimos cuenta que da vida, además que eso permitió que lo pudieran volver a operar, por lo mismo estamos muy agradecidos con el hospital, ya que para mí, Carlos nació 3 veces, cuando nació, cuando se realizó la operación del corazón artificial y ahora que le hicieron este trasplante”, comentó.
Este dispositivo está compuesto por una bomba que pesa 160 gramos, implantable en el ventrículo izquierdo del corazón y que se comunica al exterior por un cable eléctrico que va conectado a un controlador alimentado por 2 baterías.
90 trasplantes cardíacos y cinco implantes de corazón artificial.
El Dr. Oneglio Pedemonte explicó que “en el Hospital Fricke llevamos cerca de 90 trasplantes cardíacos y en el caso de Carlos, él ahora entra en el contexto de trasplante cardíacos y debe seguir el protocolo y rutina de un trasplantado, es decir, tomar sus medicamentos inmunosupresores, además los primeros 3 meses son de controles estrictos, para luego llevar una vida normal”.
En tanto, el Dr. Andrés Vera comentó que el corazón artificial “nos ha permitido desarrollar dos líneas de trabajo “una referida a pacientes más jóvenes como Carlos, donde se utiliza como puente al trasplante, hasta que se recupere su organismo, el cual también sufre con la insuficiencia cardíaca, dañando el hígado, los pulmones y los riñones, es decir, en pacientes jóvenes se utiliza como puente al trasplante y en pacientes mayores como una solución definitiva”.