Luciano Valenzuela de la Universidad Santo Tomás de Viña del Mar, quien el año pasado se coronó como campeón mundial de debates, resultó en la edición 2014 vicecampeón del torneo, “lo que ratifica que el logro obtenido el 2013 en la Universidad Complutense de Madrid no fue casualidad”, señaló el estudiante de tercer año de psicología de la UST, en su regreso a Chile. Además, junto a su compañero Siegfried Folch, alcanzaron la ronda de octavos en la modalidad de equipos.
Esta verdadera “hazaña”, como la han definido los alumnos de la UST que participaron en esta edición 2014 en el CMUDE realizado en México – Luciano Valenzuela (psicología) y Siegfried Folch (medicina veterinaria) – comenzó hace unas semanas, cuando junto al capitán del equipo de debates de Santo Tomás Viña del Mar, docente Sergio Labarca, viajaron hasta Ciudad de México, donde se encuentra la Universidad Tecnológica de Monterrey, casa de estudios donde se reunieron para debatir 86 equipos universitarios de Argentina, Colombia, EEUU, Cuba, Costa Rica, España, El Salvador, Guatemala, Venezuela, Perú, México y Chile.
El Campeonato Mundial Universitario de Debate en Español (CMUDE) es un torneo internacional de debate en español cuyo formato es el mismo que se utiliza en el World Universities Debating Championship (WUDC), el torneo más grande y prestigioso de debate en el mundo. Este tipo de debate está basado en el modo Parlamentario Británico, de allí que se le conoce como “Bristish Parliamentary” o “Worlds” en el resto del mundo, y es un tipo de debate competitivo donde 4 equipos compiten de manera simultánea por debate.
LUCIANO VALENZUELA
En su regreso a Viña del Mar, Luciano analizó su participación y señaló: “Estoy feliz de haber llegado a la segunda final consecutiva en un torneo de tanto prestigio a nivel mundial como es la CMUDE, lo que trae implícito que, más allá de la suerte, he trabajado bien mis competencias y atributos como predicador y orador motivacional durante estos años. En este sentido, superé a más de 80 competidores en discurso e improvisación, siendo derrotado solo por Carlos Valverde de la Universidad de Córdoba en España que, al mismo tiempo, se ha transformado en un gran amigo”.
Sobre su experiencia en México, Luciano indicó que “fue totalmente distinta a la de Madrid, de hecho a cada rato los locales nos recomendaban cuidarnos y no salir de noche. En el torneo, se mantuvo el formato, pero el nivel subió muchísimo en comparación al 2013, con mucha participación de estudiantes que de seguro a futuro serán políticos o parlamentarios. Otro de los puntos a destacar fue la organización estudiantil y su capacidad de gestión que fue impecable”.
“En lo personal, me tocaron temas como ‘El miedo’ que enfrenté desde la psicología y ‘La persona que más admiro’ que en mi caso es Jesús porque fue capaz de morir por sus ideales. Otro fue ‘Y todo en una borrachera’ donde me inspiré en algunos amigos periodistas que conozco. En la final, el tema a debatir fue ‘La naturaleza’, la que enfoqué desde la perspectiva de la persona, como una condicionante importante, pero como determinante. En otras palabras, propuse ser subversivo contra los determinismos”, agregó.
Tras ser consultado sobre las claves del éxito para debatir y sobre el futuro, Luciano concluyó que “lo primero es no hacerlo personal y abstraerse de la postura personal, utilizando la técnica del juego de roles, empoderándose del papel y añadiéndole un poco de teatro y actuación. Sobre el futuro, comentó que aún me siento en una etapa de aprendizaje y siento que las victorias se valoran más desde la derrota”.
Finalmente, preguntamos a este experto en debates ¿Cómo superamos el palo de Pinilla? a lo que nos respondió: “Es una espina que Pinilla lleva tatuada en su espalda y nosotros en nuestra mente. Pero si logramos vivir con el penal de Caszely tantos años, estoy seguro que superamos el palo de Pinilla con el mundial de Rusia 2018 (…) No obstante lo anterior, y bien entre nosotros, yo aún no lo supero, así que sería un patudo si le pidiera a la gente que lo hiciera”.