Efectos del Aluminio sobre la salud.

 

El exceso de este mineral está reconocido como uno de los factores relacionados con trastornos mentales como Alzheimer entre otros problemas de salud, si bien no se ha identificado como causa directa.

El Aluminio es uno de los metales más ampliamente usados y también uno de los más frecuentemente encontrados en los compuestos de la corteza terrestre. Debido a este hecho, el aluminio es comúnmente conocido como un compuesto inocente. Pero todavía, cuando uno es expuesto a altas concentraciones, este puede causar problemas de salud. La forma soluble en agua del Aluminio causa efectos perjudiciales, estas partículas son llamadas iones. Son usualmente encontradas en soluciones de Aluminio combinadas con otros iones, por ejemplo cloruro de Aluminio.

Efectos de su alto consumo

La toma de Aluminio puede tener lugar a través de la comida, respirarlo y por contacto en la piel. La toma de concentraciones significantes de Aluminio puede causar un efecto serio en la salud como:

• Daño al sistema nervioso central

• Demencia

• Pérdida de la memoria

• Apatía

• Temblores severos

El Aluminio es un riesgo para ciertos ambientes de trabajo, como son las minas, donde se puede encontrar en el agua. La gente que trabaja en fábricas donde el Aluminio es aplicado durante el proceso de producción puede aumentar los problemas de pulmón cuando ellos respiran el polvo de Aluminio. El Aluminio puede causar problemas en los riñones de los pacientes, cuando entra en el cuerpo durante el proceso de diálisis.

¿Nuestra dieta tiene alto aporte de Aluminio?

La dieta es la principal vía de exposición.

Hasta ahora se ha considerado que el aluminio, en las cantidades que se toma, es un compuesto relativamente inocuo. De confirmarse nuevos resultados similares al trabajo de los británicos Christopher Exley y Margaret Esiri, y de confirmarse que el consumo crónico tiene consecuencias, podrían replantearse nuevas vías de prevención a través de la limitación de su consumo. Un consumo que hasta ahora se ha calculado que es bajo. Sin embargo, un trabajo publicado ahora hace un año, en la revista Food Additives and Contaminants cuestionaba que realmente fuera así.

Los autores, S.M Saiyed y R.A. Yokel, de la Universidad de Kentucky (EEUU) afirmaban que muchos productos contienen una cantidad de aluminio significativamente mayor si se compara con las cifras de consumo tópico que dan muchos estudios y que están entre 3 y 12 miligramos diarios. Por ejemplo, explicaban, el queso en una ración de pizza congelada contiene hasta 14 miligramos de aluminio (por el aditivo fosfato de sodio y aluminio), cuando en un restaurante el queso de una ración de pizza tendría 0,03-0,09 miligramos de aluminio.

El fosfato ácido de aluminio y sodio, que se usa en harinas preparadas, está presente en numerosos productos de bollería y similares. Algunos de estos productos de bollería (panadería industrial) y congelados incorporan las cantidades más elevadas: hasta 180 miligramos de aluminio por ración, advierten los investigadores americanos.

Utensilios de aluminio

El uso de utensilios de aluminio o cocinar con papel de aluminio son factores relacionados con la intoxicación por este metal.

Es un material prohibido para uso culinario en muchos países, sin embargo es habitual encontrarlo en cocinas de restaurantes y colegios. Sólo el aluminio anodizado ha recibido un tratamiento especial que lo protege de la corrosión y lo sella (este material es de diferente color en interior y exterior) con lo que no se incorpora aluminio a los alimentos que contiene.

Se trata de un buen conductor del calor y un metal ligero, de modo que habitualmente forma parte de base de sartenes y de menaje o de los fondos difusores. No presenta ningún problema cuando está sellado por materiales inocuos.

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