Junto con saludarles, lamentamos profundamente que el motivo de esta carta no se centre en la conmemoración del 1 de mayo, y se concentre en las reivindicaciones de los derechos laborales en un país como el nuestro, donde el neoliberalismo menoscaba día a día los derechos de los trabajadores en su calidad de trabajadores y de ciudadanos. A pesar de ello, extendemos nuestros saludos a los trabajadores que, como dijo don Pedro Aguirre Cerda, son un componente social tan digno y respetable como lo es todo ciudadano forjador de la riqueza pública.
El motivo principal de este comunicado es alzar la voz de la Juventud Radical respecto a las negociaciones parlamentarias en las cuales el Secretario General del PPD, Gonzalo Navarrete, hizo gala pública de lo que son las peores prácticas que han sido llevadas a cabo en la arena política, y que han terminado por desprestigiar a la política en sí.
El pasado 2 de marzo, el Consejo General del Partido Radical acordó y dio aviso por la disputa de la Octava Cordillera, proclamando a don José Pérez y don Eduardo Vivanco como candidatos al Senado: También se acordó luchar por abrir cupo en el bloque opositor a Revolución Democrática -entre ellos, a Giorgio Jackson por Santiago Centro- y a Karol Cariola en Recoleta.
Sin embargo, aprovechando el espacio de discusión “entre cuatro paredes”, y la cobertura que los medios le dan a un partido instrumental, pero con mayor influencia económica y mediática como lo es el PPD, el señor Navarrete enfatizó que el acuerdo se estaba rompiendo por culpa de los radicales, cuando omitió todo lo que respecta a las primarias, a la negación a la participación de Revolución Democrática, de los movimientos sociales, y a las limitantes que se le imponen al PCCh, además de generar una intentona para afectar directamente a nuestra carta presidencial, e intentar desperfilar el aparataje programático que esta candidatura lleva detrás, encerrando una vez más a las camarillas de la Concertación en la detentación del poder. Ya nos negaron la Cuarta Urna por la Asamblea Constituyente en las primarias de la Concertación, y hoy, no feliz con cerrarles la puerta una vez más a los movimientos ciudadanos emergentes de oposición, se dedican a aplastar, cuan pandilla de mafiosos, a quienes trastocan sus granjerías y privilegios en pos del bien común. El mesianismo, la soberbia y el conservadurismo en el que estas mismas camarillas ortodoxas se han refugiado hoy para defender sus intereses mañana, no da para más. Esto nos reafirma como jóvenes, la convicción de que la Concertación debe ser superada por un Bloque amplio de oposición, tal y como lo planteamos en la Convención Nacional del 2011.
Es en este sentido que hacemos el llamado a nuestra militancia de base a perseverar en la retroalimentación para levantar un programa de la ciudadanía y realizado por los movimientos ciudadanos, y a seguir apoyando a los movimientos ciudadanos con posibilidades en la construcción de una nueva mayoría que permita en el Congreso los quórums necesarios para cambios reales.
También realizamos el llamado al trabajo en conjunto con los militantes de base de los diversos partidos de la oposición: como jóvenes activos, entendemos las diferencias entre las cúpulas partidistas y la militancia de base, y sabemos que la causa de esta última merece ser dignificada con la lucha real por terminar con el modelo neoliberal y la Constitución pinochetistaque se prometió en 1988. En este espacio joven, y constructivo, necesitamos debatir ideas para generar una propuesta digna para Chile. No les pedimos, como ellos, que trabajen para nosotros: sabemos que si queremos un Chile digno, necesitamos trabajar unidos.
Finalmente hacemos un llamado a nuestra dirigencia, y muy en particular a quienes están a cargo de los procesos negociadores: situaciones como esta no pueden volver a suceder, por lo que esperamos una mayor deferencia respecto a ver quienes se sentarán a dialogar con nosotros. Como radicales, no podemos jamás negar el diálogo, pero si debemos guardar cuidado cuando estas instancias se predisponen para la política que el pueblo no quiere: la política de los favores, la política de la defensa de los intereses personales, la política del cuoteo, y la política del beneficio personal o de la camarilla.
Por la construcción de un Chile Laico, Radical y Democrático
JUVENTUD RADICAL DE CHILE