Se ha estudiado y comprobado sus propiedades contra el cáncer o el envejecimiento de la piel. El sulforafano que contiene ayudaría a luchar contra varias enfermedades.
Hoy es considerado uno de los mejores alimentos funcionales, es decir, que no solo alimentan, si no que también sanan.
Después de muchas investigaciones se ha determinado que los fitonutrientes que contienen los crucíferos, como el brócoli, operan a niveles muy profundos, pues hacen que nuestros genes incrementen la producción de enzimas que desintoxican el organismo, y eliminan todos los compuestos que lo amenazan.
¿Qué es el Sulforafano?
Ése es el nombre de un compuesto que se encuentra en grandes cantidades en el brócoli y que parece ser el responsable de las saludables propiedades de este vegetal. Sus beneficios, que comparte con otros miembros de la familia de las coles (plantas crucíferas), han sido objeto de diversos estudios.
Contra el cáncer:
El principal efecto del sulforafano (un compuesto azufrado) es antioxidante. «Por eso, es beneficioso en enfermedades que cursan con oxidación de los tejidos, como el cáncer», señala Jesús Román Martínez, presidente de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación.
Una investigación de la Universidad de Alabama en Birmingham publicado en la revista ‘Clinical Epigenetics’ subraya cómo ciertos componentes de alimentos como el brécol o el té verde pueden reforzar los mecanismos antitumorales naturales del organismo. Según este estudio, el sulforafano es capaz de modificar la expresión de algunos genes implicados en el control del cáncer.
Acción antibacteriana:
En 2009 apareció en la revista ‘Cancer Prevention Research’ un trabajo en el que 48 personas infectadas por ‘Helicobacter pylori’siguieron un dieta rica en brécol o en brotes de alfalfa durante ocho semanas.
Al cabo de ese periodo, los autores procedentes de la Escuela de Medicina Johns Hopkins (Baltimore, EEUU) comprobaron que los niveles de esta bacteria en el tracto gastrointestinal habían descendido mucho en aquéllos que tomaron brócoli. Ahora, un trabajo publicado en ‘Science Translational Medicine’ sugiere que el poder bactericida también funciona en las infecciones respiratorias. El sulforafano potencia la acción del sistema de limpieza que tienen los pulmones, que no funciona bien en los fumadores o en personas con EPOC. Queda por comprobar si este beneficio observado en el laboratorio se obtiene también a través de la dieta.
Corazón sano:
Muchos de los estudios realizados con el brócoli se han hecho en ratas y los resultados apuntan a un claro efecto protector contra enfermedades cardiovasculares. Una de las últimas investigaciones, publicada en ‘The Journal of Agricultural and Food Chemistry’, demostró en 2008 que el corazón de los roedores que se habían alimentado con este vegetal durante un mes funcionaba mejor. Según los expertos responsables del trabajo, el brócoli puede disparar la producción de proteínas (tiorredoxina) que protegen contra el daño de las células del corazón.
Antienvejecimiento de la piel:
Una reciente investigación española otorgaba un beneficio más al brócoli. Al parecer, contiene una proteína (denominada BOP) que frena el envejecimiento de la piel y favorece su regeneración en caso de quemaduras. Así lo explican los científicos del Centro de Edafología y Biología Aplicada del Segura (CEBAS), dependiente del Consejo Superior de Investigación Científicas (CSIC) y localizado en Murcia.
Fuente de salud:
Además, el brócoli es una excelente fuente de vitaminas, hierro, ácido fólico y fibra, por lo que es muy recomendable para las personas con anemia (déficit de hierro), con problemas de estreñimiento y para las embarazadas, ya que aporta altos niveles de ácido fólico y contribuye a prevenir malformaciones en el feto.