Al comprar
Observa que las carnes sean frescas, de buen aspecto, color y olor.
Los pescados deben tener las escamas firmes, ojos brillantes y agallas rojas.
Si los tarros de conserva están hinchados, abollados u oxidados, descártalos.
Las frutas y verduras deben encontrarse en buen estado.
No te olvides revisar el rotulado.
Al separar
Evita el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
Separa la carne cruda (vacuno, pollo o pescado) del resto de los alimentos de su heladera. Guárdala tapada.
Utiliza utensilios de distinto tipo para procesar los alimentos crudos y los cocidos. De esta forma se impide la contaminación cruzada, es decir, se evita que los microorganismos y otros contaminantes se propaguen de un alimento a otro.
Al limpiar
Mantiene tu higiene personal: manos limpias, uñas cortas, pelo limpio y recogido.
Las superficies y utensilios de cocina deben estar limpios.
Mantiene el interior de tu heladera en condiciones higiénicas.
Cambia o lava frecuentemente el paño de la cocina.
Al cocinar
Asegúrate que la carne, las aves, los huevos y los guisos estén bien cocidos.
La cocción adecuada garantiza la eliminación de microorganismos y evita enfermedades.
Al recalentar la comida tenienes que hervirla al menos tres minutos.
Si utiliza horno a microondas preocúpate de no dejar zonas frías en la comida.
Al almacenar
Verifica siempre la fecha de vencimiento de los productos alimenticios y consumirlos antes de su caducidad.
Almacene la harina, el azúcar y el arroz en lugares limpios, frescos y libres de humedad.
Traslada el contenido de las conservas a un envase de vidrio o de plástico, limpio y seco.
En la heladera coloca los alimentos crudos debajo de los cocidos.
Nunca uses envases de remedios o productos químicos para guardar alimentos.
Coloca los detergentes y productos de limpieza a una distancia segura.
Al refrigerar
Refrigera rápidamente los alimentos. Las temperaturas bajas retardan la multiplicación de las bacterias.
Sigue las instrucciones de las etiquetas y respeta la fecha de vencimiento.
Manten limpia la heladera y no la sobrecargues.
Al descongelar
Puedes hacerlo bajo chorro de agua, en microondas o en el refrigerador. Luego no podés volver a congelar los alimentos.
Nunca descongeles a temperatura ambiente.
La comida que no consumas tápala y refrigérala lo antes posible; nunca la mantengas a temperatura ambiente o dentro del horno.
Frutas o verduras
Las superficies de las frutas y verduras pueden estar contaminadas por bacterias, virus o parásitos. Por eso lávalas con abundante agua.
Recuerda eliminar las hojas exteriores y lava el resto, una por una, con agua potable.
Si usas cáscaras de cítricos cepillálas bien.
Elimina las hojas exteriores de vegetales de hoja rugosa, tales como repollo o lechuga.
Consume en lo posible verduras y frutas de estación porque conservan mejor sus propiedades. Almacénalas en un lugar fresco y bien ventilado.
Carnes y huevos
Estos productos, de gran valor nutritivo, en ocasiones pueden tener bacterias, parásitos o residuos químicos derivados de su producción.
Mantenga las carnes y los huevos refrigerados. Al comprarlos descartá los de mala presencia y preferí el consumo de carnes y huevos cocidos.
Consume las hamburguesas y la carne de cerdo bien cocidas.
Elegí huevos limpios, no cachados, con cáscara sana.
Cocina los pollos por completo y no ingieras zonas crudas.
Evita preparar mayonesa casera.
Productos lácteos
Mantiene el yogur, la manteca, el queso fresco, los postres y la leche en la heladera.
Conserva refrigerada la leche que esté consumiendo.
Utiliza sólo productos lácteos pasteurizados y con autorización sanitaria.
Revisa la fecha de vencimiento.
Pescados y mariscos
Al comprarlos en establecimientos clandestinos te expones a afecciones o intoxicaciones, algunas de las cuales pueden causar muertes, por caso la marea roja.
Consume pescados y mariscos almacenados en frío. El lugar de expendio debe estar limpio, sin olores ni basuras acumuladas.
Los pescados y mariscos no tienen olor, sólo lo adquieren cuando se inicia la descomposición.
Otros consejos útiles
Adquiere alimentos refrigerados y congelados al final de su lista de compras.
Utiliza basureros con tapa y elimina los residuos tan pronto como puedas.
Preferentemente consume carnes, pescados y mariscos cocidos.
No uses insecticidas domésticos en lugares donde hay productos comestibles.
Lávate las manos luego de manipular basura y desperdicios.
Separe los alimentos crudos de los cocidos
Separe siempre los alimentos crudos de los cocidos y de los listos para consumir.
Use equipos y utensilios diferentes, como cuchillas o tablas de cortar, para manipular carnes y otros alimentos crudos.
Conserve los alimentos en recipientes separados para evitar el contacto entre crudos y cocidos.
¿Por qué?
Los alimentos crudos, especialmente carnes, pollos, pescados y sus jugos, pueden estar contaminados con bacterias peligrosas que pueden transferirse a otros alimentos, tales como comidas cocinadas o listas para consumir, durante la preparación de los alimentos o mientras se conservan.
Reglas de Oro para la preparación higiénica de los alimentos
Elige alimentos tratados con fines higiénicos.
Cocina bien los alimentos.
Consume inmediatamente los alimentos cocinados.
Guarda cuidadosamente los alimentos cocinados.
Recalientá bien los alimentos cocinados.
Evita el contacto entre alimentos crudos y cocidos.
Lava tus manos a menudo.
Mantené limpias la superficie de la cocina.
Mantiene los alimentos fuera del alcance de insectos, roedores u otros animales.
(Estas 9 reglas fueron tomadas de la Organización Mundial de la Salud –OMS).