La nutricionista y académica de la Universidad Andrés Bello, Evelyn Muñoz, confirmó que no consumir desayuno puede tener repercusiones en el estado nutricional a corto y largo plazo y es factor más de riesgo de sufrir un problema cardíaco.
Muñoz dijo que un análisis efectuado por la University of Tasmania en Australia, detectó los efectos negativos en la salud cardiovascular el saltarse la primera comida del día.
El estudio reveló que personas que reconocieron que en la niñez y la edad adulta no desayunaban, tenían más factores de riesgo de enfermedad cardiaca que aquellas que sí lo hacían a ambas edades.
«Efectivamente, esta comida debiera cubrir el 25% de nuestras necesidades nutricionales, por lo que no ingerirlas puede tener repercusiones en nuestro estado nutricional a corto y largo plazo, expresó Muñoz, quien es académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la U. Andrés Bello.
Según publica la American Journal of Clinical Nutrition, los científicos observaron que las personas que nunca desayunaban tenían un perímetro de cintura cinco centímetros más grande que si lo hacían.
Ante este dato, Evelyn Muñoz explicó que la grasa acumulada a nivel abdominal se correlaciona directamente con la grasa depositada en los órganos vitales como el corazón.
El perímetro de cintura, además, fue determinado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como un riesgo cardiovascular, ya que se puede estar en presencia de niveles más elevados de insulina, colesterol total y colesterol LDL o malo.
La importancia del desayuno está enfocada en diversos aspectos de la salud. Las personas que no desayunan suelen tener peores hábitos alimentarios y son más sedentarias que las personas que sí desayunan, mientras que otras investigaciones asocian la falta de desayuno con el aumento de peso.
El desayuno acaba con el ayuno que realizamos durante la noche, tiempo en el que el organismo mantiene el funcionamiento cerebral disminuido del sueño con la glucosa almacenada en el hígado. Si no consumimos un desayuno adecuado o simplemente no desayunamos veremos alteradas nuestras funciones cognoscitivas y humor durante la mañana, comentó la nutricionista.
En niños y adultos a corto plazo se produce una disminución en la capacidad de atención y memoria, falta de concentración y vitalidad, alteración del ánimo, incluso puede producir fatiga y desmayos, agregó.