Ya superada la emergencia sanitaria al interior de la Escuela 88, en donde hace algunas semanas debieron suspenderse las clases por una plaga de ratones en contacto con dependencias destinadas a la alimentación de los escolares, se materializó nuevamente una inspección en la que se lograron apreciar otras dificultades y, también, situaciones que han mejorado.
Se trata de la segunda ronda de fiscalización a los programas que realiza la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb), en este caso aquellos que se implementan en el Liceo de Limache y Escuela 88, la que fue acompañada por concejales y el diputado del distrito, Arturo Squella (UDI).
“Nos hemos llevado sorpresas agradables y otras no tanto. En la escuela 88 hay que hacer trabajos importantes para dar como corresponde el servicio de alimentación escolar a los niños adjudicatarios de este beneficio. Es importante revisar conjunto a los concejales la posibilidad de postular a un proyecto que nos permita tener un recinto apropiado con los estándares exigidos a nivel nacional e internacional” señaló el parlamentario.
El concejal Miguel Sepúlveda, presente en la fiscalización junto a la concejala Amal Salem, comentó que en la escuela 88 existen un total de 384 raciones alimenticias y hay 286 bandejas. Esta falencia es incorporada al acta que eleva el delegado provincial de la Junaeb, la que es remitida a la empresa, además de derivar en una investigación que podría terminar en una eventual multa por la irregularidad.
“La empresa tiene que pintar dos veces al año, tanto bodegas como cocina y preocuparse de la mantención de los sifones, del desagüe, de los sistemas de lavaplatos, de la extracción del aire, entre otros artefactos”, comentó Sepúlveda.
Según la concejala Amala Salem, en el Liceo de Limache también hay un problema por falta de bandejas y el riesgo de contaminación de los alimentos por la limpieza del lugar.
“Sí hay que rescatar que el personal está muy vigilante a ese tipo de situaciones, para que no haya anomalías al respecto y desde la voz de ellos, han dicho que se han ido mejorando los menús”, afirmó.
Al respecto, Miguel Sepúlveda señaló que ahora la Junaeb le paga a la empresa por plato servido y no por lo asignado al colegio.
“Es decir, si de 300 raciones asignadas, almuerzan sólo 200, la Junaeb paga sólo esa cantidad. Es un dato importante para que la empresa se preocupe de la buena calidad del alimento para que sea consumido por los niños y no se pierda”, comentó.