Unas 100 personas aplaudiendo, gritando y dando distintas muestras de afecto recibieron ayer -pasadas las 14 horas-en Quilpué,al segundo rescatista que se adentró en la mina San José, para colaborar en el rescate de los 33: el aspirante a oficial de la Armada, sargento Roberto Ríos (34). Y fue precisamente en Belloto Centro, su barrio, donde al saber de su regreso se preparó una improvisada extensión del culto en la iglesia evangélica Tiempo de Bendición, para orar y agradecer la tarea de este maestro.
Muy sorprendido, Ríos afirmó que «no esperaba un reconocimiento por mi trabajo, pero estoy muy feliz». «Siento gratitud hacia Dios por aportar en que todo saliera bien con los mineros», aseguró.
Agregó que «me traje en la cabeza la imagen de los 33 felices en la superficie, todos bien», y prefiere quedarse con ello, más que con el rescate.
Ivette Moscoso, su esposa, mientras todos lo saludaban y le tomaban fotografías, dijo sentirse muy orgullosa, ya que «todos los sacrificios que él ha hecho, ahora dieron fruto con este rescate maravilloso que vimos los chilenos».
