El fiscal jefe de Villa Alemana, Alejandro Ivelic, quien investigó el caso contra el neonazi que amenazó de muerte a la senadora Lily Pérez (RN), por su origen judío, durante la campaña parlamentaria de 2009, sostuvo que el imputado reconoció haber sido contactado por partidarios del UDI Marcelo Forni, pero que rechazó trabajar con ellos.
Según el testimonio de Elliot Quijada, quien fue declarado culpable este miércoles en Viña del Mar por los delitos de odio y hostilidad contra minorías religiosas y razas, junto con tenencia ilegal de munición, éste habría realizado las amenazas sólo por motivaciones ideológicas personales.
«Este sujeto fue interrogado por el Ministerio Público, por las policías y más bien aparece con una actividad desarrollada de forma autónoma por el odio del sujeto contra la comunidad, el pueblo y la religión judía. En su declaración señala que había sido contactado por personas que trabajaban en la campaña de este señor (Marcelo Forni), pero no habría aceptado y que esto lo hacía por motivaciones de tipo personal», dijo Ivelic sobre versiones que relacionaban al imputado con el entonces candidato UDI y compañero de lista de Pérez.
El fiscal destacó que ésta es «la primera condena nacional por este delito de promoción del odio u hostilidad contra religión o raza. Es un precedente y un fallo muy valioso en materia de libertad de opinión pública y también de promoción y protección de derechos fundamentales».
«Esperamos que esta sentencia tenga un valor disuasivo y que van a ser llevados a los tribunales las personas que hagan actividades tan repugnantes», añadió.
Bajas penas | subir
En cuanto a las penas a las que se arriesga Quijada, el Fiscal asumió que estas son bajas de acuerdo al trabajo realizado para probar su culpabilidad: «el delito de promoción de odio y hostilidad contra minorías tiene una pena muy baja que va desde las 25 a las 100 UTM (Desde 950.000 a 3.700.000 pesos). En esta ocasión pedimos la pena máxima y por tenencia ilegal de munición pedimos 600 días de prisión», declaró.
Además, el prosecutor indicó que no descarta una presencia importante de neonazis en la zona.
«Acá en la zona, yo creo que hay una presencia neonazi de peso, con grupos activos y nos llamó la atención el apoyo de tipo moral que tuvo este sujeto en el tribunal. Yo no lo descartaría», aclaró.