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Por sorpresa  debe haber tomado a muchas personas la llegada del ex gran canciller de Chile, el señor Alfredo Moreno al cuestionado Grupo Penta, específicamente como presidente del directorio del Banco Penta, la entidad más cuestionada en la investigación del fiscal, Carlos Gajardo.


Así Moreno, junto al histérico lobista de la Nueva Mayoría, deberán resolver este escándalo sabido por todos, que no es nada más, ni nada menos que develar cómo los adinerados compran políticos para que dicten leyes, decretos y ordinarios administrativos para tener más dinero.


Cuesta entender cómo un ex Ministro, conocido ahora por todo el mundo, se meta en un lío como este, está en juego su prestigio, su trayectoria, este “nudo” es para que lo resuelva un desconocido, otro operador sin el curriculum de Moreno, a menos que, y es donde cae la teja, que el temor es mayor y se necesita un “cirujano plástico” de prestigio que se capaz de ocultar que la metástasis es generalizada en el mundo empresarial.


No sé porque en este momento me recuerdo que Alfredo Moreno antes de ser canciller integró el directorio de Plaza S.A, del Grupo Falabella.


En mi caso la caridad si empieza por casa, así que me referiré a las irregularidades por todos conocidas en el caso Mall Puerto Barón, emprendimiento de Plaza S.A.


Vamos por parte como dijo Jack el destripador:


1.       Sabían ustedes, que una vez un Contralor de la República de Chile dijo que los mall eran “actividad portuaria” y que por eso las concesiones a los mall son de 30 años y no de 10 años como dice la ley.


2.       Que por ejemplo en el contrato del Mall Barón se dice que la empresa portuaria debe comprar las obras que se realicen en el lugar pero este contrato no dice a qué precio.


3.        Que la estatal Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV) adjudico un subsidio, que no tiene el respaldo de la Dirección de Presupuesto de Chile, ni de Hacienda y que tampoco está contemplado en los resguardos de los balances desde el 2006 a la fecha.


4.       Que la estatal EPV, compro terrenos a 19,5 UF el metro cuadrado y que por contrato definió su opción de venta en 2,25 UF.


5.    Que violando la Ley de Urbanismo y Construcción se autorizó un proyecto que además violaba la Resolución de Calificación Ambiental (RCA) de la zona Barón.


6.-  Que hace dos casi dos años duerme en la Superintendencia de Medio Ambiente por la violación de la mencionada RCA.


7.    Que iniciaron excavaciones en una zona arqueológica sin un plan de gestión arqueológica, según obliga la ley.


8.  Que según contrato firmado por EPV y Plaza Valparaíso S.A, el Estado entregará un subsidio para la mantención de los áreas verdes del Mall Barón equivalente a casi 5 años de utilidades del Puerto de Valparaíso, dinero equivalente a la construcción de 800 viviendas sociales o la mantención por 20 años de todas las plazas de Valparaíso.


Lo anterior son sólo apuntes que se me ocurren a la pasada, ya que el listado de irregularidades son innumerables, al punto de afirmar en el permiso de obra que una vía equivalente a “Américo Vespucio”, si la autopista de Santiago, existía al interior de la zona portuaria.


Bueno volviendo al tema de los favores, después de la confesión de Moreira, la llegada de Moreno  a Penta y del asesor del grupo Falabella, el ex gordo Correa como lobista del caso, uno podría pensar que estamos a punto de descubrir otra arista de este bullado caso, porque para que se cometan tantas aberraciones jurídicas y administrativa alguien tiene que haber pagado.


Uno tiene derecho a ser mal pensado, es más uno tiene la obligación de ser mal pensado después del caso de las farmacias, de La Polar, del permiso de construcción del Mall de 14 Norte en Viña, uno puede aventurarse a decir que podría perfectamente existir tráfico de influencia, colusión, asociación ilícita para delinquir, falsificación de instrumentos públicos, falta de fiscalización, en resumen una mafia.


Alfredo Moreno se me hace sospechoso, porque se me cruza y se me atraganta, porque este mismo caballero antes de ser Canciller de Chile, era director de grupo Solari junto al ex Ministro de Economía, Juan Andrés Fontaine y estos mismos próceres, los dos militantes de la UDI, firmaron el contrato con EPV, el año 2006  ellos mismos representando a Falabella y por la estatal EPV, el “Chino” Correa con la presencia de la señora Presidenta de la República de Chile.


Uno debe ser mal pensado, es más uno tiene la obligación patriótica de ser mal pensado para que como dijo el joven Boric, echemos del Congreso a los delincuentes.