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Con una primera donación de equipos computacionales y el inicio de talleres recreativos y deportivos, se puso en marcha un convenio de cooperación firmado por la Universidad de Playa Ancha y la Asociación de Padres y Amigos de Personas con Déficit (Aspade), de Quilpué.

Cabe destacar que Aspade es una corporación sin fines de lucro, que busca generar empleo para jóvenes y adultos con discapacidad intelectual leve y/o moderada, contribuyendo a su integración en la sociedad.

Para este efecto, realizan talleres laborales, en los que participan desde los 26 años, que es la edad máxima hasta la que pueden ser atendidos en escuelas especiales.

En este contexto, el convenio con la Universidad de Playa Ancha contempla el apoyo mutuo y la entrega de asesorías en áreas de interés común. La primera etapa del proyecto considera el respaldo especialista de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial; ejecución de actividades terapéuticas y recreativas, a cargo de la carrera de Kinesiología; generación de actividades deportivas por parte de Tecnología en Deportes y Recreación; y la realización de talleres de Teatro.

 Colaboración

“Sentimos que vamos a contribuir en varias áreas, como es educación diferencial, teatro, kinesiología, lo que nos permite crecer como institución al tener contacto tan directo con personas que tienen estas discapacidades. Crecen los valores de los estudiantes y nosotros cumplimos con una misión que nos corresponde, como es atender la inclusión social”, destacó el rector de la casa de estudios porteña, Patricio Sanhueza.

El personero explicó que tanto estudiantes en práctica como profesionales de la universidad colaborarán con la organización. “Hicimos una donación en el área de computación, esperamos hacer otra donación en área de mobiliario, pero lo más importante es que vamos a estar permanentemente asesorando a quienes dirigen esta institución, de tan alta proyección social”, señaló Sanhueza.

Desarrollo de la comunicación

Por su parte, el Presidente de la Asociación, Pablo Wiegand, destacó la importancia de este convenio que permitirá expandir el desarrollo de la institución, pero sobre todo de muchos aspectos esenciales en la vida de los jóvenes beneficiarios.

“El arte, el teatro y la expresión corporal, los enriquece enormemente. Uno de los principales trabajos que desarrollamos aquí es darles la posibilidad de que aprendan a expresarse y comunicarse con los demás, a expresar sus sentimientos, que es un aspecto muy importante para su desarrollo. En general, los jóvenes con deficiencia intelectual no expresan sus sentimientos y no saben hacerlo, porque no se les escucha o en las casas no tienen espacio”, señaló Wiegand.

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