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Las alergias y las intolerancias alimentarias pueden tener síntomas similares, sin embargo, son dos
afecciones considerablemente diferentes entre sí, explica la Dra. Kathrin Schoen, gastroenteróloga
infantil de Clínica Ciudad del Mar, agregando que durante la infancia son más frecuentes las
intolerancias alimentarias.
Una intolerancia alimentaria se manifiesta cuando el organismo es incapaz de digerir
correctamente un determinado alimento, al irritarse el sistema digestivo, provocando síntomas
como náuseas, gases, dolores abdominales, diarrea, irritabilidad, nerviosismo y dolor de cabeza.
Cuando algún alimento no es asimilado por el organismo, debido a una carencia digestiva,
enzimática o metabólica, se habla de intolerancia.
Por otra parte, la alergia alimentaria se produce como consecuencia de una reacción del sistema
inmunológico (o defensivo), que reacciona frente a determinadas sustancias, presentes en ciertos
alimentos, generando una serie de síntomas que pueden ser desde leves hasta muy graves.
Cuando nuestro sistema inmune, cuyo objetivo es proteger de infecciones, virus y bacterias,
interpreta a un determinado alimento como “invasor”, provoca una reacción alérgica, es decir,
una respuesta desproporcionada en la cual el organismo libera una serie de sustancias químicas,
como la histamina. Esta reacción puede ocasionar síntomas como: problemas para respirar,
opresión de garganta, tos, ronquera, vómitos, dolor de estómago, urticaria, inflamación o
disminución de la tensión arterial.
Durante la infancia es más habitual la existencia de intolerancia alimentaria debido a la inmadurez
del sistema digestivo y a la gran cantidad de virus e infecciones que alteran la permeabilidad del
intestino, lo que dificulta la correcta absorción de algunos alimentos. A partir de los seis meses de
edad, cuando los lactantes comienzan a ingerir alimentación complementaria, puede manifestarse
la intolerancia alimentaria. Antes de los seis meses, explica la gastroenteróloga infantil de Clínica
Ciudad del Mar, Dra. Kathrin Schoen, podría existir intolerante a la lactosa o a la proteína de la
leche de vaca de las fórmulas infantiles que sustituyen a la lactancia materna, o también podría
existir intolerancia a algún alimento consumido por la madre, y traspasado al bebé a través de la
leche.
Tener antecedentes familiares de intolerancia en padres o hermanos es un factor que predispone
a una posible intolerancia.

Síntomas de intolerancia alimentaria en niños
Los síntomas de una intolerancia alimentaria pueden aparecer hasta 72 horas después de haber
ingerido el alimento. Los síntomas más frecuentes en niños son los siguientes:
 Diarrea
 Estreñimiento
 Gases
 Molestias intestinales
 Hinchazón de estómago
 Vómitos
 Dolor de barriga
 Eccemas y picores
 Digestiones pesadas
 Dolor de cabeza
 Dolores articulares
 Retraso en el crecimiento
 Pérdida de peso

Intolerancias alimentarias más frecuentes en niños
Aunque existen muchas intolerancias alimentarias, la Dra. Kathrin Schoen, gastroenteróloga
infantil de Clínica Ciudad del Mar, informa que en niños las más frecuentes son:
 Intolerancia a la lactosa (el azúcar de la leche): la lactasa, enzima presente en el intestino
delgado, descompone la lactosa en azúcares más simples (glucosa y galactosa), para que
puedan ser absorbidos por el torrente sanguíneo. Cuando la actividad de la enzima es
demasiado baja, la lactosa no se puede digerir, y pasa al intestino grueso, donde es
fermentada por las bacterias de la flora intestinal. Esto puede provocar síntomas como
flatulencia, dolor y diarrea.
 Intolerancia al gluten: el gluten está presente en cereales de consumo habitual como
trigo, cebada, centeno o avena. La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente al
gluten, que se puede diagnosticar a cualquier edad.
 Intolerancia a la sacarosa y a la fructosa: se produce por la ausencia de la enzima llamada
sacarasa, azúcares presente en frutas, jugos y cereales. Se manifiesta por vómitos,
ictericia, aumento del tamaño del hígado, irritabilidad.

Diferencias entre alergia e intolerancia alimentaria
La intolerancia alimentaria afecta al metabolismo, pero no al sistema inmunológico del cuerpo.
Contrariamente a lo que se cree, muchas personas que padecen intolerancia alimentaria pueden
ingerir cantidades reducidas de los alimentos a los cuales son intolerantes, sin embargo, si una
persona alérgica ingiere una cantidad microscópica de determinado alimento, o incluso a veces el
mero hecho de tocarlo o inhalarlo, puede desencadenar una reacción alérgica grave. Por este
motivo, una persona afectada por una alergia alimentaria debe evitar por completo el alimento
problemático, llevar siempre consigo un antihistamínico en caso de emergencia y en caso de
presentar síntomas severos, acudir al centro de salud más cercano.
A diferencia de la alergia alimentaria, donde los síntomas aparecen inmediatamente tras tomar el
alimento, los síntomas de una intolerancia alimentaria pueden aparecer hasta 72 horas después
de haber ingerido el alimento.
Las intolerancias alimentarias, como la intolerancia a la lactosa y la enfermedad celíaca, provocan
algunos malestares a la salud, sin embargo las alergias alimentarias, no solo provocan malestares,
sino que pueden ocasionar incluso la muerte. A pesar de que las reacciones alérgicas que haya
presentado una persona en ocasiones anteriores hayan sido de carácter leve, siempre existe la
posibilidad de que su próxima reacción alérgica sea mucho más severa, provocando incluso riesgo
vital.
La mayoría de las intolerancias que se producen en la infancia, son superadas en algunos meses o
en pocos años. De todas maneras, la gastroenteróloga infantil de Clínica Ciudad del Mar,
recomienda que si sospecha que su hijo podría sufrir intolerancia a algún alimento, debe
consultarlo con su médico, para tomar las medidas correspondientes.