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La mayoría de los accidentes ocurren en casa.

Estufas encendidas, guateros y hervidores son artefactos de uso común para combatir el frío que, con la llegada del otoño, sólo irá en aumento. No obstante, un descuido en la casa puede causar heridas graves con secuelas irreparables. Por eso, es fundamental conocer los riesgos y tomar todas las precauciones necesarias para evitar estos accidentes. La directora de la Central Médica y Desarrollo Clínico de Help, Dra. Katherin Falck, entrega recomendaciones y explica cómo enfrentar este tipo de lesiones.

Según las últimas cifras de la Corporación de Ayuda al Niño Quemado (Coaniquem), 9 de cada 10 niños se queman en sus casas con la presencia de adultos. Especialmente en esta época, cuando el consumo de estufa y líquidos calientes empieza a aumentar, estos números son altamente preocupantes.

“En el hogar existen múltiples artefactos que puede producir quemaduras si no se manejan con precaución. Para disminuir los riesgos, se debe tener especial cuidado sobre todo con los niños, que son los más susceptibles de sufrir este tipo de accidentes”, señala la Dra. Katherin Falck, directora de la Central Médica y Desarrollo Clínico de Help.

Si bien el número de menores que sufrieron quemaduras disminuyó de 162 mil en 1993 a 80 mil en 2011, el riesgo permanece y las formas en que se producen estas lesiones han variado. Como revelan las estadísticas, un 42% de las quemaduras son producto del contacto de la piel con objetos calientes, el mismo porcentaje se debe a líquidos calientes, 5% directamente por fuego, un 3% por electricidad y un 8% por otros motivos.

En este contexto, la especialista de Help entrega recomendaciones para prevenir este tipo de accidentes:

1. Evitar que los niños entren en la cocina, pues es la zona del hogar donde con mayor frecuencia se producen quemaduras.

2. No cocinar con ollas o sartenes calientes en los quemadores delanteros de la cocina. Se deben preferir los posteriores o, en su defecto, las asas o mangos deben estar hacia atrás y no asomar por el borde de la cocina.

3. La cocina debe estar fija a la pared, de lo contrario, un niño que pase jugando cerca de ella puede generar movimiento y desequilibrar el contenido caliente.

4. No dejar artefactos eléctricos enchufados sobre mesones o tabla de planchar, pues el niño puede tirar el cable por curiosidad y provocar la caída de agua u objetos calientes.

5. Jamás consumir líquidos o alimentos calientes con niños en brazos.

6. Educar a los niños sobre el peligro de los objetos calientes, explicando los riesgos que implica acercarse a estufas o circular libremente por la cocina.

7. No calentar objetos sobre superficies no diseñadas para esto, como estufas o chimeneas.

8. Evitar poner estufas en zonas o muy estrechas o de tránsito habitual.

9. Si un niño está en una habitación con estufa u objetos calientes, debe tener supervisión constante de un adulto.

10. Revisar los guateros cuidadosamente antes de ser usado, y desecharlos cuando han cumplido su vida útil. Sin embargo, no se recomienda bajo ninguna circunstancia utilizar estos productos.

Derribando mitos

Si pese a todos los resguardos, el niño es víctima de alguna quemadura, existe una serie de medidas que se deben adoptar para controlar la lesión y reducir sus secuelas. La Dra. Falck indica respetar el siguiente procedimiento:

• Retirar a la persona de la fuente de calor lo más rápido posible.

• Enfriar la quemadura lo antes posible, exponiendo la zona afectada bajo el chorro de agua fría, por lo menos 10 a 15 minutos. En su defecto, poner compresas frías.

• En caso de que la quemadura sea eléctrica, no se debe aplicar agua y es importante desconectar la fuente eléctrica antes de retirar al afectado.

• No aplicar sobre la lesión polvos, cremas, aceites o cualquier otro “remedio casero”.

• Cubrir la quemadura con un apósito o un paño limpio. Es importante que la tela no arroje pelusas. El vendaje no debe ejercer presión sobre la quemadura.

• Es fundamental contactar de inmediato a un servicio de urgencia, para que un especialista evalúe la gravedad de la lesión.

• No se debe usar hielo directamente sobre la quemadura, pues puede causar mayor daño a la piel. Tampoco se debe perforar las ampollas.

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